A la distancia de 100 años sigue el brillo de plata sobre la mar

Homenaje al Bárbaro del Ritmo en Manzanillo // Fotos: Carmen León Guerra

Manzanillo. Agosto 24.- En un privilegiado sitio de la ciudad de Manzanillo, a orillas del Golfo del Guacanayabo y con la mirada fija en el mar Caribe, está la estatua en bronce erigida a la memoria de Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, Benny Moré, el más grande de los cantores cubanos de todos los tiempos.

En el sagrado lugar se dieron cita durante la jornada de sábado, los integrantes del proyecto manzanillero Amigos del Benny, y el pueblo en general, que en la tercera jornada de fiesta carnavalesca hizo un alto necesario, para tributar homenaje al Bárbaro del Ritmo en el centenario de su natalicio.

José Antonio Blanes Moretti, amigo personal del Benny, y Aurora Guerra Acuña, quien compartió con el carismático sonero, depositaron una ofrenda floral en nombre del pueblo manzanillero al pie de la estatua que perpetúa al maestro en todos los géneros de la música cubana.

El Paseo de la Juventud, dirigido por el joven manzanillero José Alexander Peña Aguilar, director artístico y musical, regaló una puesta en escena al Benny con temas como Que bueno baila usted, Bonito y sabroso, Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos, Maracaibo Oriental, A la Bahía de la Manzanillo y Un Nuevo son para Benny, composición de Mario Escalona Delgado, organizador del proyecto Amigos del Benny.

Paseo de la Juventud honró al Bárbaro del Ritmo en Manzanillo // Fotos: Carmen León Guerra
Foto: Carmen León Guerra

Indistintamente fueron apareciendo en el escenario los cantantes, Luis Rodríguez, Arnaldo Cifre quien regaló un poema de su propia inspiración y el trompetista Jorge Ariste, todos interpretando acordes del repertorio de quien es considerado El Sonero Mayor de Cuba.

Amigos del Benny recuerdan al Bárbaro del Ritmo en su centenario // Fotos: Carmen León Guerra

La buena música popular bailable que el Benny paseó por el mundo, con su innato sentido, dotado con una fluida voz de tenor que coloreaba y fraseaba con gran expresividad, fue la principal motivación de este homenaje del proyecto local.

Manzanilleros que conocieron y compartieron con el versátil improvisador, compositor e inigualable intérprete, vivieron el orgullo y el honor de ofrecerle respeto y reverencia al hombre que quiso pescar la luna en este mar de ensueños.

Presentes en el homenaje, la nueva hornada de manzanilleros vitoreó el regalo que los citadinos ofrecieron al mundialmente reconocido cantante y compositor cubano.

El pueblo de la ciudad de Manzanillo tarareó y bailó con piezas musicales de gran arraigo, que a la distancia de cien años del natalicio de su genial compositor e intérprete, guardan como el primer día el brillo de plata sobre la mar.