Batalla constante a favor de la salud y la vida

Fumigación con bazuca // Foto Lilian Salvat

Manzanillo. Julio 19.-  Cuando se habla de Dengue, Zika o Chikungunya todos lo asocian inmediatamente con el mosquito Aedes Aegyptis, vector responsable de la trasmisión de estas enfermedades.

En la etapa más cálida del año, cada ciudadano tiene la responsabilidad de realizar exámenes autofocales en viviendas y centros laborales con el fin de descartar la proliferación de este culícido, principal trasmisor de tales males.

Es una labor compleja y que debe efectuarse de manera conjunta, las autoridades de Salud Pública insisten en que no es efectivo el saneamiento si Servicios Comunales atrasa la recogida de desechos sólidos o hidrología no responde por los múltiples salideros.

La licenciada Eunice Naranjo Oliva, subdirectora de salud ambiental del Centro de Higiene y Epidemiologia de esta costera localidad hace referencia a la focalidad existente en esta urbe en los últimos tiempos, con un aumento marcado con relación a años anteriores, lo que responde a la falta de cuidado de los pobladores y autoridades sanitarias en el territorio.

“A partir de la identificación de un número importante  de focos de mosquito en nuestro municipio, lo que constituye un alto   riesgo en la trasmisión de arbovirosis,  siendo más preocupantes en el área de salud  número uno Francisca Rivero Aroche, destacando como más  afectados los consejos populares  cuatro Celia Sánchez  Manduley  y  seis  Paquito Rosales Benítez, ambos con manzanas reiterativas con usos en las actividades recreativas programadas en el verano y el carnaval, en la Avenida Primero de Mayo  y la Calle Ancha, por lo que se hace necesario  una estrategia de intervención para el control de la focalidad en el municipio”.

Inspección de los operarios // Foto Lilian Salvat
Inspección de los operarios // Foto Lilian Salvat

Ante esta problemática se aplican acciones intensivas  e intencionadas que incluyen el incremento del sistema de vigilancia  para buscar causas de introducción del vector. De los métodos utilizados  comenta la especialista de salud ambiental, “a través de las larvitrampas, que es el sistema de vigilancia que utilizamos,  de la inspección y el tratamiento adulticida y tratamiento focal que incluye la abatización, destrucción y el cepillado de los depósitos, prevenimos la proliferación del vector”.

La responsable agrega además que  “es importante drenar el agua estancada en los patios, limpieza  diarias y cambio del agua de los depósitos utilizados como bebederos de animales y vasos espirituales, tapar los tanques siempre garantizando la hermeticidad para evitar que los mosquitos pongan sus huevos  y no olvidar que ante cualquier  síntoma de arbovirosis  se debe acudir de inmediato al médico y cumplir con sus indicaciones”.

Prevenir es palabra de orden, disciplina en la calidad del enfrentamiento a ese enemigo común es prioridad, el estado cubano destina  sumas considerables de recursos financieros y humanos para erradicar de una vez al principal agente transmisor de fiebre amarilla, dengue, zika y chikungunya.

Una vez detectada la presencia del mosquito, o una vivienda sale positiva al Aedes, los compañeros del la campaña de vigilancia y lucha antivectorial inician una serie de acciones para combatir el indeseable huésped, “lo primero es presentarse en la vivienda y comenzar con un bloqueo de caso, que no es más que el tratamiento residual y adulticida”, comenta Idalmis Álvarez Torres, Jefa de brigada en el área de salud número uno de aquí.

Idalmis Álvarez Torres, jefa de brigada en el área de salud número uno// Foto Lilian Salvat
Idalmis Álvarez Torres, jefa de brigada en el área de salud número uno// Foto Lilian Salvat

”La inspección se comienza siempre por la mano derecha para que no quede ningún deposito sin inspeccionar, se abatizan y se hace el tratamiento residual que es directo a los  recipientes, con el aspersor se fumiga hasta un metro alrededor de esta, luego el tratamiento adulticida que es con la bazuca la fumigación, en esta última los moradores deben permanecer fuera de esta por alrededor de 45 minutos, ese es el tiempo requerido para que el plaguicida haga efecto, este proceder se repite por tres días a la vivienda positiva y sus colindantes”, concluye la operaria.

Muchas son las cusas  que favorecen el aumento y reproducción de este culícido, influyendo además, los problemas con la calidad técnica del trabajo de los operarios, quienes no detectan como es debido las causas y condiciones existentes para que el vector siga su ciclo biológico y prolifere después.

A ello se añade la no interpretación aún por parte de la población de la necesidad de realizar correctamente el autofocal cada siete días, y la no apertura de las viviendas para que sean fumigadas el ciento por ciento de las previstas en la radiobatida o intensivo planificado.

Este año ha sido un periodo de alza de la presencia de este agente transmisor sobresaliendo “las áreas de salud con mayor focalidad uno  y dos, en el mes de junio la mayor incidencia estuvo dada esencialmente en el centro del pueblo, en las cercanías de la heladería El Jardín, el bar Daiquirí hasta la calle Martí y  Jesús Menéndez colindante con el área número dos y toda la parte del reparto Vázquez, más conocido como Barrio de Oro”, afirma la licenciada María del Carmen Sierra Lamas, bióloga del laboratorio de entomología de la campaña de vigilancia y lucha antivectorial.

“Por incumplimiento de las medidas sanitarias indicadas, díganse, patios sin sanear, vertimiento de escombros o desechos sólidos en la vía pública, negativa a la ejecución del tratamiento adulticida (fumigación), se han aplicado multas según lo estipulan los decretos leyes que nos amparan para estos efectos. En estos momentos, el territorio trabaja por concepto de radiobatidas donde aparece el foco con tratamiento de tres días seguidos. Los operarios deben visitar las viviendas cada 22 días y es necesario inspeccionar cada uno de los locales en las casas y revisar todos los depósitos”.

Es necesario tener más control y eficiencia en las acciones, lograr el acompañamiento masivo del pueblo y despertar la percepción del riesgo en la población; se impone ampliar el conocimiento, elevar la exigencia sanitaria y el uso de la legalidad.

El programa está centrado en la eliminación de criaderos en las escuelas, centros laborales y en la comunidad, en aras de tomar conciencia en la importancia de la prevención para que  esta campaña deje de ser la guerra de nunca acabar y se convierta en una batalla constante a favor de la salud y la vida.

Fumigación con el aspersor // Foto Lilian Salvat
Fumigación con el aspersor // Foto Lilian Salvat
Fumigación con bazuca // Foto Lilian Salvat
Fumigación con bazuca // Foto Lilian Salvat

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