Manzanillo. Febrero 19.- Un homenaje al Bárbaro del Ritmo, rindió el club de amigos Benny Moré, a los pies de la estatua que perpetua la memoria del trascendente músico cubano, al conmemorarse el aniversario 57 de su desaparición física.
Una ofrenda floral colocada por José Antonio Blanes Moretti, acompañado por estudiantes del Instituto Preuniversitario Urbano Fermín Valdez Domínguez, dio inicio a la sencilla ceremonia cultural.
Las interpretaciones de temas del Sonero Mayor de Cuba llegaron a cargo de varios artistas del patio a través del canto y la declamación, así como un amplio registro de su vida donde se resaltó su capacidad innata para la composición musical que lo colocó en lo más alto del pentagrama musical y la cultura de la mayor de Las Antillas
Sus grabaciones han continuado escuchándose en el tiempo y su vida constituye una leyenda por su dotada y fluida voz de tenor, que coloreaba y fraseaba con gran expresividad, fue un maestro en todos los géneros de la música cubana, pero destacó particularmente en el son montuno el mambo y el bolero.
En su última presentación ocurrida en Palmira, Cienfuegos, tuvo la ruptura de una variz esofágica, consecuencia de la cirrosis hepática que padecía, le provocó un vómito de sangre, que le incito a regresar al escenario y cantar como nunca a pesar de sentirse muy mal.
Benny, genio y figura que aprisionó a los más exigentes gustos musicales con su exquisita, bien timbrada y melodiosa voz, un estilo único para dirigir su Banda Gigante, su inigualable facilidad para la improvisación lo situaron en un sitial de preferencia en el gusto musical de su pueblo.
Fotos Lilian Salvat Romero
