Comenzó ruta de antorcha panamericana (+ Video)

Con la pirámide de la luna como testigo, en la zona arqueológica de Teotihuacán, se encendió la antorcha. Foto: AFP.

En Teotihuacán, México, fue encendida este martes la antorcha panamericana que ahora iniciará su ruta de 23 días por todas las regiones del Perú hasta llegar el día 26 de julio al Estadio Nacional para la apertura de los XVIII Juegos Lima 2019.

“Es una oportunidad, primero para unir a los pueblos de México y Perú, como también a todos los pueblos de mi país al Perú y, posteriormente, a todas las culturas de las Américas”, dijo el titular del Comité Organizador de Lima 2019, Carlos Neuhaus.

La llama hará un periplo de cinco mil 500 kilómetros por 16 localidades de 22 regiones de las tres zonas típicas peruanas: costa, sierra y selva. Su traslado a pie, sobre los caballitos de totora (balsas de junco), o en vistosos equinos de paso, involucrará a mil 200 personas.

La primera de las varias ceremonias especiales que los anfitriones realizarán con motivo de la antorcha ocurrirá dentro de dos días en la ciudad inca de Machu Pichu.

El fuego también estará en otros sitios notables de la nación andina como el camino de los incas conocido como Qhapaq Ñan y la Montaña de Siete Colores, en Cusco; además atravesará el lago Titicaca en Puno, la región de Arequipa, las Líneas de Nazca en el desierto de Ica, las Ruinas de Chan Chan, así como las ciudades de Ayacucho, Huancavelica, Huancayo, Cerro de Pasco y Huánuco.

Solo en la capital, Lima, su estancia tomará tres días con escalas en 15 centros religiosos de las culturas precolombinas llamados huacas

Desde su fundación los Juegos Panamericanos recrearon el encendido y traslado de su propio fuego. En Buenos Aires en 1951 los anfitriones lo trajeron desde Grecia y el portador fue helénico: Juan Sossidis. Cuatro años después, México inauguró la práctica de acercarlo a las tradiciones precolombinas, encendiéndola en Cerro de las Estrellas, ubicado en la parte sureste del Lago Texcoco , donde las culturas originarias aztecas marcaban el inicio de un nuevo siglo.

Los antepasados aborígenes estuvieron presentes en 1963 a través del fuego provocado en Brasilia, valiéndose de los métodos de los indios carajás. Desde la edición correspondiente a La Habana 1991, la ciudad mesoamericana de Teotihuacán ha sido el escenario escogido para la ceremonia de encendido del fuego panamericano. Hace cuatro años para los juegos de Toronto la llama cobró vida al pie de la Pirámide del Sol.

Estuvieron presentes en la ceremonia Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, y Carlos Neuhaus, presidente del comité organizador de la justa panamericana. Foto: Marca.