Convicción absoluta en la victoria

La historia recoge el hecho, con la dignidad y el optimismo que siempre caracterizó al líder indiscutible de la Revolución Cubana Fidel Castro. ¿Cuántos fusiles traes?, preguntó Fidel, a lo que Raúl respondió: cinco. – ¡Y dos que tengo yo son siete! ¡Ahora sí ganamos la guerra!

Era diciembre 18 de 1956, se reencontraban en Cinco Palmas, municipio de Media Luna y apenas dieciséis días atrás, los extenuados jóvenes habían zarpado, y prácticamente sin pisar tierra firme, eran sorprendidos y atacados por esbirros de la tiranía batistiana que provocó dispersión e incluso muertes y asesinatos.

A Raúl, hermano menor y también expedicionario, le pareció una locura, confesado por él años después, aquello que dijo Fidel, aunque reconoce la seguridad con que dijo la expresión.

Así son los hombres cuando tienen bien claro el sentido de la justicia y del decoro, y se entregan a las causas revolucionarias.

Y era como si la historia de Cuba se repitiera otra vez, en circunstancias semejantes, 88 años antes, cuando tras la derrota en Yara, Carlos Manuel de Céspedes se viera obligado a pronunciar aquella inolvidable frase: «¡No, aún quedan 12 hombres. Bastan para lograr la independencia de Cuba!».

Las premonitorias palabras del entonces joven cubano con cualidades revolucionarias excepcionales y que había liderado la expedición que desde Tuxpan zarpó hacia la Isla amada para ser Libres o Mártires, son hoy acicate en el sendero de luz al que orientamos nuestro destino, con absoluta convicción en la victoria.