Despaigne, el Samurai granmense

Foto Omar Moreno Suárez (La Demajagua)

A Alfredo Despaigne Rodríguez le resulta casi imposible ocultar las ansias de regresar a Japón. Y no es para menos, en el otro lado del mundo ha consagrado toda una vida dedicada al béisbol.

Él se muestra optimista con la situación sanitaria, “esperemos que siga mejorando y que los aeropuertos abran, es lo único que hace falta”, comenta, aunque no llegará a tiempo para la apertura de la Liga japonesa, el 19 de junio.

Despaigne acumula una seguidilla de tres coronas con los Halcones de SoftBank, y de cara a la próxima temporada define sus objetivos: “será más corta, pero quiero seguir produciendo carreras y conectar la mayor cantidad de jonrones, sin lesionarme”.

En medio del confinamiento social, no descuida su preparación, “hago lo de siempre, practico en la jaula de bateo y las pesas, además de hacer algunos tramos de resistencia”, afirma.

Esa rutina diaria la inició luego de salir de una lesión, “fui a Japón y me atendieron, pero no resolví, cuando regresé a Cuba comencé a recuperarme, con el tratamiento a base de magneto y parafina; gracias a Dios no llegó la intervención quirúrgica”, destaca.

También aprovecha al máximo la inactividad de los últimos meses, “hace siete u ocho años no pasaba tanto tiempo con mi familia”, relata, y advierte la posibilidad de su hijo de convertirse en pelotero, “pienso que sí, el profe Ángel Ortega lo está asesorando”.

Con casi 34 años, que cumplirá este 17 de junio, Despaigne revela que desea jugar algunos más, “me siento bien y, aunque hasta ahora no he presentado problemas con el calendario, ya no es lo mismo”.