Dos símbolos de la historia y la Cubanía

Foto: Acta de Nacimiento de Céspedes y Escarapela de José Martí // Foto CNC TV

Cada año diversos símbolos presiden la Jornada por la Cultura cubana y en especial la Fiesta de la Cubanía que se celebra en Bayamo del 17 al 20 de octubre y que este año tendrá su vigésimo quinta edición.

Dos objetos valiosos desde el punto de vista histórico, espiritual, sentimental, historiográfico y patrimonial, presiden lo mismo la jornada nacional que la mayor celebración por la identidad de la nación que acontece en Bayamo.

Uno es la escarapela encontrada en el pecho de José Martí al caer en combate en Ríos el 19 de mayo de 1895, y fue anunciada en el Ministerio de Cultura en la voz del Doctor en Ciencias Rafael Acosta de Arriba, intelectual cubano muy vinculado a los estudios dela guerra por la independencia y en particular de Carlos Manuel de Céspedes, considerado uno de sus más jóvenes biógrafos.

A propósito de dedicarse la Fiesta de la Cubanía al bicentenario del natalicio del prócer bayamés Carlos Manuel de Céspedes la partida de bautismo será la que encabece el recorrido inaugural el 17 de octubre, a las siete de la mañana, desde las afueras de Bayamo, en el Instituto Preuniversitario José María Izaguirre hasta la Plaza de la Revolución, protagonizado por la Guerrilla de Teatreros y que se nombra por la Ruta de Céspedes.

Carlos Manuel de Céspedes fue bautizado en Bayamo, pocos días después de nacer el 18 de abril de 1819. En la actual Catedral del Santísimo Salvador de Bayamo, donde se conserva aún la pila bautismal marmórea donde recibiera el primer sacramento el primogénito de la familia Céspedes y del Castillo.

Cucarda o escarapela es el nombre del objeto simbólico que se borda con hilos de colores sobre tela, identificando la bandera del país de quién la usa. En Cuba era común que oficiales y soldados del Ejército Libertador la usaran en el pecho o el sombrero como identificativo de patriotismo.

Carlos Manuel de Céspedes, el hombre que diera el grito de guerra inicial en Demajagua el 10 de octubre de 1868 tuvo varias escarapelas, algunas de las cuales fueron donadas por Acosta de Arriba al Museo Casa Natal del Padre de la Patria en Bayamo, pues le llegaron a él como herencia familiar de Cayetano Acosta Nariño, uno de los ayudantes de campo del Primer Presidente de la República de Cuba en Armas.

Acerca de la escarapela que preside este año la Jornada por la Cultura Cubana, Acosta de Arriba explicó que la insignia mambisa que llevaba el Héroe Nacional al caer en combate había sido de Céspedes. Esta pequeña bandera de apenas seis centímetros de largo y cinco de ancho, había sido bordada por mujeres bayamesas en tela de reina con mostacilla o diminutas cuentas de vidrio.

El simbólico objeto llega a las manos de Martí en 1895 cuando se alista para dar inicio a la Guerra Necesaria organizada por el inquieto periodista y poeta, a través del patriota Fernando Figueredo Socarrás. A su vez este la había obtenido de Céspedes del que había sido ayudante y secretario desde los días constitucionales de Camagüey. Al ser depuesto de su cargo en octubre de 1873, el Padre de la Patria dejó el recuerdo a Figueredo Socarrás.

Al morir en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, el coronel español José Jiménez de Sandoval la recogió y a inicios del Siglo XX se la entregó al Ministro de Cuba en Madrid, junto con el cortaplumas y las espuelas del Maestro. Con la llegada de la República, la pieza fue recuperada y pasó a engrosar los fondos del primer Museo Nacional. Desde 1964 por disposición de la Dirección de Patrimonio fue entregada al Museo Casa Natal de José Martí.

Admirar y reflexionar sobre la historia de los símbolos, pequeños pero contundentes, vinculados a dos de los hombres más grandes que ha dado Cuba, también es reforzar y alimentar el sentimiento de Cubanía que nos posee y que es difícil pero no imposible de definir, cuando se escuchan o leen estas conmovedoras historias.