Manzanillo. Julio 23.- El rumor corre de unos a otros, es la magia de la radio que llega a la parte alta de la calle General Benítez, para la transmisión en vivo del Ecos del Carnaval desde las entrañas de un barrio manzanillero.
Las campanadas suenan y con ellas se desata el gozo de los habitantes del reparto Gutiérrez que, junto al colectivo del show de las tardes de julio y agosto de Radio Granma, desafían el calor del verano y adelantan la sabrosura del anunciado Rumbón Mayor.
“Me encanta el Ecos del Carnaval porque nos alegra, al barrio, los corazones, y la pasamos bien”, comenta Marbel Cedeño Hidalgo, una de las pobladoras de esa zona, que en primera fila disfruta de las peripecias de los dos locutores y de los atrevidos.
Niños, jóvenes, adultos, se incorporan al llamado de los micrófonos y la algarabía, protagonizan las invitaciones de participación de Rocles Figueroa Vega y Lázaro Manuel Lloret. No importa si es cantar, bailar, traer máscaras carnavalescas y la mayor cantidad de zapatos del pie izquierdo, o responder a interrogantes alegóricas a la tradición en esta costera ciudad.
El portal de la bodega La Manzanillera es punto de ebullición del que “sigue siendo un programa que va alegrando al pueblo en víspera de su carnaval, una de las opciones más fuertes del verano. Aunque este año, por las limitaciones del combustible, hemos permanecido en cabina, no ha perdido su objetivo, porque los oyentes participan desde casa. Sigue siendo un programa que llama multitudes, un divertimento desde la alegría y los juegos sanos”, valora Figueroa Vega, en su cuarta temporada en la conducción.
Y así lo confirman los allí reunidos, aun con la amenaza de la lluvia. “Es muy fantástico, sensacional, porque tiene propuestas buenas, variadas y el conductor Rocles es una magnífica persona, que ríe con todo el mundo. Es excelente, lo máximo”, dice Odalis María Sequeira Moreno.
“Muy buena opción, porque es un barrio que necesita divertirse y la gente se siente orgullosa de que el Ecos esté aquí en la parte alta de Manzanillo. Es un equipo maravilloso con entusiasmo y mucha armonía, y cuidado al hacer las cosas, con mucho amor”, refiere otra vecina.
Con 42 años en el aire pulsa y genera a la vez la efervescencia del pueblo. “Realmente aquí es donde constatas cuánto necesita la gente de un programa como este, valora su director Eduardo Bertot Vieito- que lo saque de su cotidianeidad, que le haga proyectarse de una manera distinta frente a un público”.
Y sobre la transmisión en cabina, que este año supera el 65 por ciento de las 24 emisiones, “nos ha permitido continuar sumando oyentes a la familia radial de la emisora de Manzanillo”, a partir de darle la oportunidad a quienes desde su casa y vía telefónica también juegan, responden las preguntas, cantan, declaman, en fin, se divierten.
Con el apoyo sonoro de la Disco Pirata, la emisión radiofónica de cuatro a seis de la tarde, mueve al escucha, e impone superar retos a los integrantes del colectivo. En específico, a Eliexer, Alfonsito, Lenin, que han complementado sus dominios en el sonido con la trasmisión de radio. También al joven locutor Lázaro Manuel Lloret en su estreno.
“Es un reto constante, ya no es una persona que está en el anonimato, sino que eres un animador. Siempre digo que es la presión más alta que se puede vivir a través de la radio, porque tienes que elevar ese calor, esa temperatura, hacerlo sentir al que te escucha y al que te ve, pensando en que el programa sea mejor día a día”.
El pueblo les quiere, les conoce, sabe de su entrega, de su pasión, y agradece su compromiso con la audiencia, por ello Osvaldo Méndez, delegado de la circunscripción 99, asegura que “tener el Ecos aquí es una fiesta muy grande, algo que el barrio pide y desea, más en esta etapa de verano. A todos les gusta la gozadera, la sabrosura que traen, y todos han apoyado los niños, jóvenes, unidos”.
A la vez que Delia Ocaña Santiesteban, presidenta del consejo popular Reparto Gutiérrez, insiste en que “es un programa que todo el mundo lo sigue, histórico de nuestro municipio y nuestros carnavales”.
La radio manzanillera está, se siente, y aún cuando terminan las dos horas de trasmisión, el Ecos invita a continuar de celebración.
