Hacer una zafra eficiente, aun en las más difíciles condiciones

El sector azucarero es de vital importancia para la economía cubana // Foto: Julio Martínez Molina/Granma

En el sector azucarero es necesario conseguir un viraje, un cambio significativo, y para empezar hay que frenar definitivamente el decrecimiento cañero, aseguró Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba.

Aseveró que resulta de vital importancia levantar la autoestima de los azucareros, de quienes «debemos ocuparnos como se merecen», dijo tras subrayar que el país no va a prescindir de ese sector por muy duras que sean las circunstancias.

Tales reflexiones las realizó en reunión de chequeo de los preparativos del territorio para la venidera zafra, en la que los matanceros esperan alcanzar unas 103 000 toneladas de ­azúcar, con ­rendimientos de 42 toneladas por hectárea, según explicó Ricardo Sánchez Calero, director de la Empresa Azucarera en el territorio.

El directivo reconoció que la provincia tiene identificadas las insuficiencias de la anterior campaña, entre las que destacan la baja eficiencia industrial y el indicador de tiempo perdido por roturas.

Precisó que la contienda en Matanzas, con tres centrales en activo, iniciará el 1ro. de diciembre por el ingenio Mario Muñoz, con la responsabilidad adicional de producir 40 000 toneladas de azúcar refino para el consumo nacional.

Sánchez Calero afirmó que continúan las acciones de reparación para alistar las industrias y las labores organizativas y de capacitación de los trabajadores, quienes reciben cursos de adiestramiento y habilidades con la asesoría de instructores.

Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Partido en Matanzas, expresó que todavía hay reservas organizativas para ir más lejos en los resultados, y coincidió con el criterio de hacer en cada etapa lo que corresponda para no prolongar la zafra en el tiempo, lo cual a la postre deteriora los indicadores de eficiencia.

Valdés Mesa hizo otras precisiones en torno a la necesidad de lograr la mayor calidad en las reparaciones de los centrales, realizar un plan objetivo, potenciar los derivados del azúcar y su aporte a la alimentación animal, y estar preparados inclusive para hacer una zafra eficiente, aun en las más difíciles condiciones.