Panamericanos: Los cubanos que asaltaron la cima

Arlenis Sierra se proclamó campeona continental en la prueba de ruta // Foto: Carlos Lezama, Lima 2019

Fueron 33 las coronas conseguidas por Cuba en los Juegos Panamericanos de Lima. Ubicada finalmente en el quinto lugar del medallero, la delegación de la Mayor de Las Antillas ganó títulos en nueve deportes y vivió intensas jornadas en la capital peruana.

En las más de dos semanas de competencias fuimos testigos de las emociones de los monarcas, las lágrimas de quienes vieron recompensado tantos meses de sacrificios yasistimos también a no pocas sorpresas.

Para Cuba estos fueron quizás los juegos más difíciles de la historia, y ahora, cuando ya la antorcha panamericana recesa hasta dentro de cuatro años, bien vale la pena revivir las alegrías que dejaron nuestros campeones.

Atletismo: Tres confirmaciones y dos sorpresas

Luis Zayas dio la mayor sorpresa para Cuba en el atletismo. Foto: Eugenio Savio / Lima 2019

Adriana Rodríguez (Heptatlón): Con solo 20 años se convirtió en la tercera cubana en ganar las pruebas múltiples en unos Juegos Panamericanos. Su marca de 6113 puntos representó récord personal y la acercó a su objetivo de clasificar a la cita mundial de septiembre próximo. Este oro llega con el mérito adicional de mantener un título pronosticado para Cuba a manos de Yorgelis Rodríguez, pero imposible de cumplir tras la eliminación de la antillana en el salto de altura.

Yaimé Pérez (Lanzamiento del disco): Era el oro más seguro del atletismo en Lima y se convirtió en uno de los más difíciles. La santiaguera consiguió el título en su último lanzamiento, luego de que la brasileña Andressa Oliveira de Morais le pusiera presión a la competencia con un disparo de 65.98m. En su última tentativa Yaimé no solo se quedó con el oro, sino también con un nuevo récord panamericano de 66.58m.

Juan Miguel Echeverría (Salto de longitud): El cubano consiguió el título con un brinco de 8.27m y cumplió los pronósticos de oro. En Lima Juan Miguel vino de atrás y superó al jamaicano Tajay Gayle, líder en la primera mitad de la prueba con un salto de 8.17m.

Yarisley Silva (Salto con pértiga): La titular mundial de 2015 ganó su oro como ya es costumbre en ella: compitiendo al extremo. Luego de fallar dos veces sobre 4.70m, decidió renunciar a esa altura y lo apostó todo a un único salto en 4.75m. Esa cuota significó su mejor marca del año y recordó que Yarisley es una de las pertiguistas más competitivas de la actualidad.

Luis Zayas (Salto de altura): Esta fue quizás la medalla menos esperada de toda la delegación cubana en Lima. Con un salto de 2.30m el antillano mejoró en cinco centímetros su mejor marca del año y en tres su cuota histórica, consiguió la clasificación al mundial de Doha y se convirtió en el cuarto cubano en ganar el salto de altura en Juegos Panamericanos.    

Judo: El empujón final al medallero

Idalys Ortiz ganó su tercera corona en Juegos Panamericanos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Magdiel Estrada (73 kg): El antillano repitió su título de Toronto 2015, se confirmó como uno de los líderes de la escuadra masculina cubana y uno de los mejores judocas de esta división en el continente. Ganar sus tres combates por ippon y mostrar un buen trabajo táctico fueron otras ganancias para Magdiel en Lima.

Maylín del Toro (63 kg): Tomó revancha ante la venezolana Anriquelis Barrios, su verdugo en Barranquilla, y mejoró el bronce de hace cuatro años. Con este resultado la cubana cumplió sus pronósticos pre-competencia y se confirmó como la mejor figura de esta división en América, un resultado que debe mantener de cara a la próxima cita mundial de Tokio y sobre todo durante el proceso de clasificación olímpica.

Iván Silva (90 kg): El actual subcampeón mundial no tuvo grandes problemas para cumplir pronósticos y llegar a lo más alto del podio. Sin embargo, su victoria en semifinales ante el brasileño Rafael Macedo, la principal figura de ese país en esta división, demuestra el buen estado de forma de una de las principales cartas del judo cubano para escalar el podio olímpico.

Idalys Ortiz (+78 kg): Con su éxito en Lima se convirtió en triple campeona panamericana. Fáciles triunfos ante sus tres rivales volvieron a caracterizar la presencia de Idalys en los tatamis panamericanos. Su victoria significó el séptimo título para las judocas cubanas en esta división, así como la novena medalla consecutiva para las superpesadas criollas en la historia de los Juegos Panamericanos.

Andy Granda (+100 kg): Un título que no estaba en los pronósticos iniciales. Sin embargo, la victoria del criollo ante el favorito brasileño David Moura le abrió las puertas de un título que Cuba no ganaba desde el 2011. La medalla de Granda fue la número 33 de la delegación antillana en Lima, el título necesario para superar a Argentina y ubicarse en el quinto puesto por países.

Tiro deportivo: De medallas y récords

Los tiradores cubanos ganaron cuatro títulos en Lima. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Laina Pérez (Pistola de aire a 10 metros): Fue la primera medalla de oro de Cuba en estos Juegos Panamericanos, un título que llegó además con clasificación olímpica incluida. Con sus 237.1 puntos la cubana fue inalcanzable para sus rivales y firmó un nuevo récord panamericano.

Jorge Grau (Pistola de aire a 10 metros):Como si fuera copia de lo sucedido entre las damas, Jorge Grau también ganó el oro en esta modalidad y de paso consiguió su pasaje a los olímpicos de Tokio. Además, consiguió unos 237.3 puntos que significan lo mejor conseguido por los tiradores de América en unos juegos regionales.

Laina Pérez-Jorge Grau (Equipo mixto pistola a 10 metros): Luego de sus títulos individuales, ambos pistoleros se unieron para confirmar a Cuba como la potencia de América en esta modalidad. La marca final de 475.0 puntos no solo significó el segundo título para ambos tiradores, sino también el tercer récord panamericano impuesto por Cuba en Lima.

Jorge Félix Álvarez (Pistola tiro rápido 25 metros): El cubano tuvo una competencia de menos a más y con 28 puntos en la final dejó en plata al titular olímpico Leuris Pupo. Con este oro aseguró también su cupo a los Juegos Olímpicos, confirmó a esta especialidad como una de las más sólidas del tiro deportivo cubano y redondeó para este deporte una actuación superior a la de Toronto 2015.

Remo: Estabilidad

Ángel Fournier conquistó el oro en el single peso abierto. Foto: Archivo

Aimée Hernández-Yariulvis Cobas (Doble par de remos cortos): Las cubanas mejoraron su bronce de hace cuatro años y dominaron su regata con tiempo de 7:10.74. Su medalla abrió el camino de los dos títulos conseguidos por el remo cubano en Lima.

Ángel Fournier (Single peso abierto): Luego de estar casi fuera del deporte por enfermedad, el antillano demostró en Lima por qué es el mejor remero cubano. Ahora Fournier reeditó tu título de Toronto y ganó muy fácil sus dos regatas. Esta medalla significó igualar lo conseguido por el remo en Toronto 2015, una cita donde Cuba se ubicó como ahora en el tercer puesto en ese deporte.

Canotaje: Reducción a solo dos títulos

Fernando Dayán Jorge y Serguey Torres mantuvieron la tradición ganadora del C2 a mil metros. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Fernando Dayán Jorge-Serguey Torres (C2 1000m): No defraudaron en la modalidad insignia del canotaje cubano y con un tiempo de 3:32.276 consiguieron la medalla de oro. Para una dupla que es finalista olímpica y medallista mundial, el oro en Lima representa otro paso de cara a su propósito de mantenerse en la élite del planeta y llegar a Tokio con opciones reales de subir al podio.

Mayvihanet Borges-Katherine Nuevo (C2 500m): Las cubanas tienen 21 y 16 años respectivamente, pero dieron la sorpresa en una prueba de reciente inclusión en el programa del canotaje panamericano. Con un tiempo de 1:56.661 se llevaron otro de los títulos más inesperados del deporte cubano en Lima. No obstante, esa alegría no fue suficiente para maquillar la reducción en cuatro coronas respecto a lo conseguido por el canotaje en Toronto 2015.

Boxeo: El buque de la fuerte proa

El boxeo otra vez acumuló la mayor cantidad de títulos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Lázaro Álvarez (60 kg): Subió por tercera vez a lo más alto del podio panamericano y cumplió con los pronósticos pre-competencia. El también triple dorado mundial consiguió desquite del revés sufrido en el clasificatorio ante el dominicano Leonel de Los Santos y reeditó sus alegrones de Guadalajara 2011 y Toronto 2015.

Roniel Iglesias (64 kg): El campeón mundial y olímpico llegó a Lima con el compromiso de regresar a la cima tras cederla hace cuatro años, y lo consiguió al derrotar en un cerrado pleito al dominicano Rohan Polanco. El púgil de quisqueya buscó sorprender al vueltabajero con golpes rectos al tronco y el rostro, pero Roniel apeló a toda su experiencia acumulada y encontró la forma para neutralizar esas conexiones y llevarse la corona.

Julio César La Cruz (81 kg): El semicompleto no defraudó y llegó a la triple corona panamericana. Con su peculiar estilo fue el show de la noche y regaló a los aficionados una clase magistral de movilidad, esquiva y desplazamientosA sus 30 años demostró su excelencia en la pelea y dominó al brasileño Keno Machado, para agregar otro título a su extensa hoja de servicios.

Dainier Peró (+91 kg): El líder mundial juvenil del 2016 dominó de inicio a fin su combate y mereció fallo de 3-0 ante el colombiano Cristian Salcedo. El más joven integrante del buque insignia del deporte cubano demostró a sus veinte años de edad estar listo para rubricar conquistas superiores.

Osvel Caballero (56 kg): El debutante pluma tuvo una soberbia demostración sobre el ring. Soltura, buen trabajo desde la media y la larga distancias y entradas y salidas bien articuladas le valieron para derrotar contra todo pronóstico al subcampeón mundial Duke Ragan.

Andy Cruz (64 kg): El ligero welter festejó en Lima su segundo ascenso a la cima continental con victoria a costa del bien plantado estadounidense Keyshawn Davis. Considerado por muchos expertos como el mejor boxeador cubano de la actualidad, el campeón mundial de Hamburgo 2017 recuperó para la isla caribeña el título continental en esta división.

Arlen López (75 kg): Otro que conoce de hegemonía universal y que también inscribió su nombre entre los bicampeones de la fiesta multideportiva americana. Arlen fue verdugo del brasileño Hebert Carvalho. Técnica y precisión fueron estandartes del púgil guantanamero, quien impuso su tren de pelea de principio a fin. El también campeón mundial en Doha 2015 iguala a Emilio Correa, quien ganó los títulos de esta misma división en Río de Janeiro 2007 y Guadalajara 2011.

Erislandy Savón (91 kg): Cerró por todo lo alto la actuación de la armada cubana de boxeo y retuvo su título panamericano. Savón, quien se enredó contra un hombre al que había dominado con menos complicaciones en otros pleitos, provocó criterios encontrados en torno al éxito con que los oficiales ratificaron su corona. La medalla de oro de Savón representa un hito para el boxeo cubano, que ha ganado la división de los pesados desde que debutó en Caracas 1983.

Lucha: La leyenda

Mijaín López agrandó su historia con su quinto oro consecutivo en Juegos Panamericanos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Mijaín López (Greco-130 kg): El pinareño hizo historia dentro de la cita multideportiva. A sus tres títulos olímpicos añade ahora su quinto oro panamericano, confirmando ser una leyenda en este deporte a nivel mundial. Mijaín demostró que está en excelente forma de cara a su proósito de buscar su cuarto título olímpico, toda una hazaña en cualquier deporte. Ahora otra vez se agenció un torneo sin recibir punto técnico alguno en contra.

Ismael Borrero (Greco-67 kg): Llegó a Lima con los títulos de campeón mundial de 2015 y olímpico en 2016, pero con la deuda  de no tener un oro en Juegos Panamericanos. El criollo mostró su clase en la final sobre el venezolano Shalom Villegas, a quien propinó escandalosa superioridad de 12-0, cerrando su pleito con una proyección que puso en pie a los asistentes a la sala.

Gabriel Rosillo (Greco-97 kg): El cubano la tuvo muy difícil en la final contra el estadounidense Tracy Hancock. El sobresaliente atleta antillano perdió 0-2 la primera mitad del combate, pero se repuso en la segunda para vencer con global de 7-2. El santiaguero sumó así su tercer reinado continental de la temporada, pues antes se subió a lo más alto del podio en los campeonatos panamericanos juvenil y de mayores.

Alejandro Valdés (Libre-65 kg): A sus 30 años de edad, el gladiador capitalino se convirtió en campeón panamericano. El medallista de bronce mundial de 2017 inició su camino frente al estadounidense Jaydin Eireman al que dominó (10-0) y  a continuación derrotó a Agustín Destribats de Argentina. En la final, el gladiador antillano sumó ocho puntos en el primer período y otros dos en el segundo para llevarse la victoria por superioridad y refirmar su hegemonía continental.

Yurieski Torreblanca (Libre-86 kg): Sin premios mundiales previos de qué presumir, el antillano se abrió paso a la gloria en los Juegos Panamericanos. Monarca de la cita centrocaribeña de Barranquilla 2018, el cubano obtuvo victoria por puntos en la final ante el venezolano Pedro Ceballos, un resultado que confirmó sus progresos en este año.

Esgrima: La gran sorpresa de la espada

Cuba volvió a ganar un oro en las pruebas de esgrima. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Equipo masculino de espada: Yunior Reytor, Reynier Henríquez, Luis Enrique Patterson y Humberto Aguilera (suplente) culminaron una brillante actuación, al ganar el oro 44-33 ante los argentinos en el torneo masculino de espada por equipos. Los cubanos sorprendieron al superar en los nueve duelos individuales a los gauchos, pero quizás el mayor asombro estuvo en el éxito 43-42 en semifinales ante los legendarios hermanos Limardo, de Venezuela.

Ciclismo: Una ruta de oro

Arlenis Sierra se proclamó campeona continental en la prueba de ruta. Foto: Carlos Lezama / Lima 2019.

Arlenis Sierra (Ruta): La manzanillera volvió a ser noticia cuando llegó primera en la prueba de ruta pactada a 80,5 kilómetros. Sierra, reina de la prueba hace ocho años en Guadalajara 2011, completó seis vueltas en un recorrido de 80.5 kilómetros en el circuito de San Miguel para concluir primera la extenuante prueba, con un de 2:19:50 horas. Un extraordinario trabajo de equipo y la potencia de su remate le garantizaron el anhelado título.