Para cultivar amor a la agricultura desde la infancia

En el círculo de interés Proyecto de grupo Técnicas Básicas Agropecuarias, niños con discapacidad intelectual aprenden los secretos de la producción de alimentos // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Febrero 13.- Un grupo de niños con discapacidad intelectual que cursan estudios en la escuela especial Manuel Ascunce Domenech de la ciudad pesquera, se adentran en los saberes más elementales sobre la agroecología, en el círculo de interés con nombre Proyecto de grupo Técnicas Básicas Agropecuarias.

Yudel Alberto Fonseca Balverde es uno de los infantes que integran el círculo. A él le llaman Tato, cursa el quinto grado en este centro escolar y a sus 10 años, ha descubierto un mundo fascinante, donde  ha aprendido “cómo se realiza la crianza de los cerdos, del ganado y las gallinas.  Cuando sea grande quiero trabajar en el campo porque me gusta cuidar de los animales”, me dice con la candidez de su inocencia.

Tato le tiene mucho amor a los animales // Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Delia aprende muchas cosas nuevas en este círculo de interés // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Su colega de estudios Delia Varela Machado dijo que ella cuando crezca “quisiera laborar en la agricultura por todo lo que he aprendido. Aquí conocí cómo funciona el molino de viento, y cómo se logra el biogás”.

Estos niños visitan con sistematicidad la finca Los Panchos, ubicada en la comunidad Pueblo Nuevo para poner en práctica lo que les enseñan. Es en esta oportunidad cuando comienza para ellos un nuevo mundo cargado de sueños y esperanzas, que les ayuda a una mejor inserción en la sociedad a pesar de sus discapacidades.

La licenciada en educación especial Lucrecia Licea Rodríguez, subdirectora de formación laboral de la escuela Manuel Ascunce expresó a la prensa que “este círculo se creó hace más de cinco años gracias a un convenio socio productivo con esta finca”.

Lucrecia Licea Rodríguez, licenciada en educación especial // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

“Desde entonces la escuela y el productor dueño de esta tierra, nos hemos beneficiado mucho, pues aquí realizamos los períodos de la escuela al campo con los estudiantes de la secundaria básica, protagonizamos las actividades del día del pionero explorador, y las acciones festivas. El campesino proporciona la atención cultural al huerto escolar  contribuyendo con semillas, posturas, y gracias a su colaboración nuestra parcela es de referencia provincial” dijo Licea Rodríguez.

“Los educandos del noveno grado durante el curso tienen que enfrentar una unidad escolar que está netamente  relacionada con la agricultura, y a través de este proyecto se nos facilita que los niños aprendan la práctica de los contenidos, que incluyen el conocimientos de los nudos, los enlaces y la alimentación de animales, todo esto donde lo ven es aquí en esta finca”, agregó la profesora.

“Nuestra enseñanza tiene como objetivo la formación integral de los infantes para su inserción en la sociedad y poder lograr un vínculo laboral. Para alcanzar estos propósitos la finca nos proporciona la ubicación profesional de nuestros estudiantes una vez que concluyen sus estudios”, aclaró la educadora.

El profesor de Educación Física Benjamín Enrique Rodríguez Tornés es el encargo de llevar a los muchachos hasta este lugar productivo y confiesa los avances de sus alumnos. “A través de esta formación los niños desarrollan las potencialidades para enfrentar sus discapacidades,  y dentro de las habilidades logran una mejor concentración y  orientación, se les activa los procesos que tienen afectados,  y estos conocimientos les sirven para la vida porque muchos de ellos obtienen cuando crecen fincas, hacen convenios con el estado  y se dedican a la importante tarea de producir alimentos”.

Benjamín Enrique Rodríguez Tornés es el encargo de llevar a los muchachos a la finca Los Panchos // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Este círculo de interés es apadrinado por el campesino Yusnel Tornés Peña, productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Paquito Rosales, quien en su propia finca, dedica tiempo para enseñarles a los niños y niñas los secretos para producir alimentos y el cuidado del medio ambiente.

“Ya que estos muchachos tienen afectada la capacidad de aprendizaje, desde aquí nos hicimos el propósito de motivarlos para que aprendan cómo realizar el trabajo el campo, que se enamoren de lo lindo que es producir alimentos para el beneficio social y el propio”, dice Tornés Peña.

El campesino Yusnel Tornés Peña apadrina el círculo de interés // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

“Yo los traigo con sus maestros para enseñarles cómo se cultiva la tierra, a ordeñar las vacas, y a alimentar los animales. Cuando terminan el ciclo de estudios y alcanzan la edad para laborar, ellos se incorporan conmigo a trabajar aquí, y con el pago se sienten satisfechos de la labor que realizan”, concluye el labriego.