“Hay cosas que se podrían haber manejado mucho mejor sobre el terreno”, declaró este domingo el primer ministro de Australia, Scott Morrison, al admitir en entrevista con la televisión estatal que pueden haberse cometido errores en la gestión de los incendios forestales que golpean al país hace semanas, sobre la cual se han hecho públicas fuertes críticas.
Los incendios forestales han estado ardiendo en Australia durante cerca de tres meses y hasta el momento han causado la muerte de 28 personas y la destrucción de más de 2 000 casas, además de arrasar unos ocho millones de hectáreas de superficie vegetal, con la consiguiente pérdida de alrededor de mil millones de animales salvajes, según estimaciones.
La crisis se ha vuelto cada vez más política mientras el país analiza las causas y la respuesta del gobierno. El viernes último, miles de personas se manifestaron en varias ciudades de Australia para pedir la dimisión de Morrison y exigir al Gobierno más medios contra el cambio climático y para luchar contra los incendios forestales.
El primer ministro, criticado por defender industrias contaminantes como la del carbón y descartar la relación de la crisis climática con el agravamiento de los incendios forestales, dijo ahora ante la creciente presión popular que “existe la necesidad de una investigación nacional de la respuesta” al desastre.
Incluso, afirmó que las autoridades examinarán la posibilidad de mejorar el rendimiento del país en la reducción de las emisiones que impulsan el calentamiento global.
La investigación examinaría la respuesta a la crisis, incluido el despliegue de servicios de emergencia para combatir los incendios a nivel estatal y local, el papel del Gobierno federal y el impacto del cambio climático.
Los incendios forestales son comunes durante los meses de verano en Australia, pero esta temporada de incendios comenzó inusualmente temprano, a menudo moviéndose de manera rápida e impredecible, en medio de una intensa sequía, temperaturas por encima de los 40 °C y fuertes vientos.
Tras varias jornadas críticas por las altas temperaturas, en la próxima semana se han pronosticado un clima más frío lo que podría dar una tregua a los bomberos que luchan contra los devastadores incendios por todo el país.
(Con información de EFE y Reuters)