Ser asesora de una brigada médica en alguno de los 164 países donde los profesionales de la salud prestan servicios, es una responsabilidad mayor. En el Hospital Comunitario de Referencia de Aquin, del departamento Sur de Haití, esta labor recae sobre la Doctora Odalis Leonor Quesada Mompié.
“La responsabilidad de ser asesora implica mucho, no solo garantizo el trabajo que es la atención al haitiano, sino la vivienda, comida, salud de mis colaboradores, la atención a sus problemas familiares, y los recursos en el hospital, electricidad y agua”, nos dice esta manzanillera que ya cuenta en su historial con dos misiones anteriores en la República Bolivariana de Venezuela.
A través de Internet –como se ha hecho habitual en estos tiempos- nos comunicamos con ella, especialista en Medicina General Integral (MGI), graduada en la Universidad de Ciencias Médicas de Granma en la promoción de 1991, quien se desempeñaba como Directora del Centro Municipal de Higiene, Epidemiología y Microbiología en Manzanillo.
Ahora, en su nueva función nos explica que “la brigada está formada por 314 colaboradores, de diferentes provincias en Cuba. Aquí hacemos consulta, pesquisa, endoscopia, ultrasonido y rayos x, fisioterapia, laboratorio, cirugía de ortopedia, ginecobstetricia y cirugía general, además consultas de estas especialidades y pediatría. Y existe además una Brigada Henry Reeve, que atiende pacientes diagnosticados con Covid 19”.
En el año 1998, ante el desastre que produjo el huracán George, el gobierno cubano ofreció de inmediato ayuda humanitaria a Haití. Fue así que el 4 de diciembre de 1998 se envió el primer contingente de 100 médicos cubanos a la isla caribeña. De estos casi 22 años de colaboración se recogen resultados favorables como la disminución del cólera y el paludismo.
Es por eso que al comentar sobre las acciones preventivas ante el nuevo coronavirus, la Doctora Odalis aclara que “solo cambió la protección al atender pacientes y las pesquisas que solo eran de cólera, y de Infección Respiratoria Aguda (IRA), ahora se incluye la Covid, claro que se nos exige la protección no solo para atender pacientes y las pesquisas, sino para comprar comida también”.
La solidaridad cubana es reconocida por los haitianos que muestran su afecto y agradecimiento. “Aquí conmigo trabaja una doctora haitiana que se llama Jacna, estudió medicina en Cuba, y se hizo especialista de MGI en Cuba y sabes dónde, en Manzanillo, adora a los cubanos, su familia vive en Estados Unidos y ella no quiere ir para allá, quiere hacer otra especialidad pero dice que en Cuba, que como la Escuela de medicina cubana, ninguna. Y nos ayuda en todo”, cuenta Odalis y agrega que “los haitianos odian a los dominicanos y nos confunden con frecuencia con ellos, cuando le aclaras que eres médico cubano te ayudan y piden disculpas”
Cuando en el mundo se reconoce el quehacer de los colaboradores cubanos, y crece cada día el apoyo a la propuesta de entrega del Premio Nobel de la Paz a las brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, por su aporte al enfrentamiento global a la COVID-19, Estados Unidos y algunos de sus aliados inician una campaña de descrédito contra los 50 mil especialistas de salud del país caribeño.
Para la médico manzanillera esto “es una forma de justificar su impotencia ante la grandeza de las Batas Blancas Cubanas, nosotros en nuestra formación no solo tenemos el conocimiento sino también el humanismo, el internacionalismo, la ayuda desinteresada al necesitado y sobre todo el deseo de brindar servicios de calidad y elevar el nivel de salud del necesitado. Solo en un país como el nuestro se forman médicos integrales”.
