Récord productivo en centro camaronero de Manzanillo

Se cultiva las algas en tanques de uno, seis y 10 metros cúbicos

Manzanillo. Noviembre 29.- El récord de producción de 576 millones de toneladas de post larvas que ya ha logrado hasta la fecha el colectivo de la Unidad Empresarial de Base Desove del Camarón en Manzanillo denota el compromiso de sus hombres y mujeres con la productividad y la economía de la nación.

“Este año ha sido muy fructífero para nosotros. En el 2016 se produjo 524 millones, en el 17 rompimos récord con 553 millones y ya en este año superamos esa marca y pensamos llegar a 650; hemos trabajado muy duro pero con resultados para beneficio propio, de la familia y para el país”.

“Ello repercute considerablemente porque por cada millón de post larvas que transferimos a las camaroneras se logra una media de seis toneladas del crustáceo, que por cuya alta cotización favorece el ingreso a la economía de nuestro país”, explica la bióloga marina Ileana Casasaya Peña, jefa de producción de la UEB.

A seis kilómetros de la urbe, y a orillas del Golfo, el centro y sus trabajadores se convierten en baluarte y referencia de la Empresa para el cultivo del Camarón y del Ministerio de la Industria Alimentaria, por mantener el “alto nivel técnico, el entusiasmo y la calidad” resaltada por Fidel en la jornada inaugural del 19 de diciembre de 1986.

Biólogos, médicos veterinarios, ingenieros, economistas, mecánicos, choferes, se superan a diario para sobrepasar sus propias marcas; en desafío al tiempo permanecen allí las 24 horas del día como garantía de un ritmo productivo eficiente, donde cualquier fallo pudiera costar la vitalidad de esos seres vivos y, por consiguiente, de la industria.

Una mirada por dentro

Con un ciclo productivo que incluye siete procesos, como la recepción y aclimatación de los nauplios a su llegada desde Cienfuegos, el reconteo y la desinfección de estos; la siembra con el incremento de la densidad, ascendente ahora a los 4.5 millones por tanque; su cría y el control de valores como la temperatura, el agua, el alimento, los recambios, la cosecha de las postlarvas, hasta la transferencia hacia sus destinos; requiere de exigencias y cumplimientos al dedillo.

En Fitoplancton preservan las especies de algas verdes y pardas para la alimentación de las larvas

“Este es un trabajo muy minucioso, de detalle, que al regirse por los manuales de procedimientos de trabajo y cumplir con la sistematicidad, no puede dejar espacio a la equivocación”, comenta Casasaya.

Así trasciende el desempeño de la nave de tratamiento de agua, corazón del centro, donde se realiza la cloración y decloración del agua de mar y su mezcla con agua dulce para alcanzar los 30 ppm de salinidad de esta, y con lo que se logra la certificación de la calidad del vital recurso para todos los procesos.

Igualmente el área de fitoplancton, indispensable para nutrir a las larvas, del cual brotan en esencia dos especies de algas verdes y pardas que se utilizan en los diferentes estadios del cultivo: tetraselmis tetrathele y thalassiosira sp., destaca la bióloga Alina Pacheco Pérez, fundadora de la UEB.

En cada uno de estos, los laboratorios de calidad, que permanecen en actividad 24 horas constatando factores para que nada falle. A la vez, el área de carisombra, segunda fase y final del proceso, donde se producen postlarvas con pesos mayores de cinco miligramos, que mejora la supervivencia del camarón y donde se cumplimenta la Tarea vida, con el ahorro de agua y la realización del recambio ahora al quinto día (previamente se hacía al segundo) que influye en la eficiencia y en la protección del medio ambiente y aprovechamiento racional del líquido.

Todo lo cual posibilita el aumento progresivo de la calidad y la categorización del 98 por ciento de las postlarvas en clase A, resultado superior al 94 del año precedente, resultante de las innovaciones tecnológicas aplicadas por el colectivo técnico.

Estas simientes allí cultivadas, se destinan a las unidades camaroneras Sanros de Las Tunas, Cultisur de Camagüey, Guajaca de Holguín, Cultizaza en Sancti Spíritus y a Calisur, la mayor de su tipo en el país. Esta última, ubicada en el municipio granmense de Río Cauto y receptora del 70 por ciento de sus obtenciones, logra hoy unas dos mil 600 toneladas de camarones, a la vez que la empresa debe superar las seis mil toneladas del marisco, refiere Alfredo Ocaña Méndez, director de la UEB de Manzanillo.

A la par, se ejecutan múltiples acciones constructivas como “la restitución del 60 por ciento del sistema eléctrico y la inversión con la que se ha remodelado un 70 por ciento de las instalaciones fundamentalmente en la nave de crías de larvas, el laboratorio de análisis de patologías y químico, y hoy se trabaja en el área de cosecha de biomasa de artemias, en la nave de tratamiento de agua y en la segunda nave de crías de larvas, que inciden en el confort y seguridad del trabajador y en la inocuidad de nuestras producciones”, destaca Jorge Carbonel Reyes, ingeniero eléctrico y jefe de tecnología.

A lo que agrega Guillermo Cabrera Núñez: “este es un centro que desde que el Comandante lo inauguró se dedicó a la cría y ya necesitaba de una reparación, que se ejecuta ahora. La producción exigía que esto sucediera y todo el colectivo está contento, y combinamos el hacer productivo con el flujo constructivo, por lo que me atrevo a decir que somos un ejemplo”.

“Estos logros que hemos alcanzado en el período de 12 años, si cumplen los planes, pero mejor aún responden a las metas nuestras como familia laboral, superiores a esos planes. Porque tenemos un colectivo valioso, donde el recurso humano es lo más importante, un colectivo disciplinado, revolucionario y tanto los fundadores como los jóvenes que entran se identifican con el compromiso de rendir homenaje a Fidel cada 19 de diciembre siendo cada día mejor”, opina Alfredo Ocaña Méndez, director del Centro de desove de Manzanillo.

Alfredo Ocaña Méndez resalta la calidad del recurso humano del centro como principal fuente de resultados

De camino a los 32 años de su apertura por el Comandante en Jefe Fidel Castro, y conscientes de su significado como sitio histórico y centro productivo de la región manzanillera, los 74 hombres y mujeres que allí laboran siguen empeñados en sobrepasar sus millones, porque como afirma uno de los trabajadores, “esto es lo que soñó Fidel, lo que quería y nosotros estamos cumpliendo”.

El centro de desove fue fundado por Fidel el 19 de diciembre de 1986