El camino del agua en Manzanillo

Foto: Eliexer Peláez
Foto: Eliexer Peláez

Aún queda como asignatura pendiente por parte del colectivo de trabajo de la Empresa Municipal de Acueducto y Alcantarillado del territorio, lograr satisfacer  la población manzanillera en cuanto a la calidad de los servicios que esta entidad ofrece.

Y es que, aunque conocemos de los ingentes esfuerzos que se realizan aquí para tratar de solucionar los problemas, todavía los manzanilleros no vemos el final de un largo y difícil camino en el que transitamos todos para poder tener garantizada la necesaria agua en nuestros hogares.

Aún los ciclos se alargan tanto que no vemos cuando la cuerda floja de esa distancia en el tiempo de espera a que nos llegue el agua, se rompa, y podamos ver otra vez los ciclos normales que un día tuvimos y al fin la necesaria tranquilidad de contar con el líquido sin tener que dedicar grandes cantidades de dinero para comprarla por la izquierda.

Ahora la contingencia electroenergética es otro problema que también atenta con la calidad del abasto de agua, y por supuesto la falta del combustible para las pipas.

Sin el fluido eléctrico los tanques del acueducto municipal no se llenan como debe ser, porque necesitan de varias horas para poder completarse y llegar al destino final.

Pero me pregunto, ¿dónde quedan las alternativas que se pueden buscar para esto? ¿Será que el inmovilismo nos está ganando?

¿Quién se ha preocupado por darle la explicación precisa, necesaria, veraz e inmediata al pueblo?

Igual no es justo que, por más que se hable de lo mismo, las personas inescrupulosas sigan siendo los protagonistas de las molestas indisciplinas sociales que afectan a todo un pueblo, como aquellos responsables de atentar contra la conductora principal que abastece al municipio y dejar a miles de manzanilleros sin el agua, que fue ocupada para labores agrícolas, que aunque también son necesarias, ellos no tienen ningún derecho de crear tantas dificultades a una población completa.

Considero, y creo que gran parte de la población también, toda la ley debe caer sobre los que cometen indisciplinas sociales, porque mientras no se tomen medidas que se sientan fuertes de verdad, el desorden seguirá.

Y qué decir de las limpiezas de cañadas y zanjas, como por ejemplo la ubicada en la calle Pedro Figueredo, que también por el accionar de las indisciplinas sociales ya no solo tienen desechos sólidos arrojados en ellas, sino que  se ven bultos grandes de sedimentos de tierra y hasta materiales de la construcción.

Se acerca el período de lluvia y si la empresa de acueducto y alcantarillado no vela por la necesaria limpieza de estas áreas, las calles se verán inundadas por las grandes tupiciones que el alcantarillado tendrá si no se soluciona este otro problema a tiempo.

En fin, otra vez hablamos de lo mismo, pero es nuestra misión seguir siendo la voz de un pueblo que aún no ve el final de los problemas de los servicios de esta empresa con su moderno y complicado acueducto, y mientras no se minimicen las dificultades seguiremos con nuestras pronunciaciones.

Compartir en: