
Granma sumó una nueva estación sismológica en Belic, Niquero, para monitorear, en tiempo real, la Falla Bartlett-Caimán, epicentro histórico de los mayores terremotos en Cuba.
Según el ingeniero Eberto Hernández Suró, especialista del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), la ubicación estratégica -cercana a esta falla- permitirá detectar microsismos antes imperceptibles por la distancia de otras estaciones.
«La estación de Niquero debe permitirnos monitorizar en detalle todo lo que sucede en la zona, con el objetivo, a largo plazo, de obtener una precisión total sobre la actividad sísmica. Esto incluye realizar análisis de tendencias para entender qué ocurre en la región, cómo tiembla, qué áreas y puntos específicos son los más activos, y recopilar una amplia variedad de datos relevantes», subrayó Hernández Suró.
Equipada con un sismómetro chino, paneles solares y transmisión telemétrica al observatorio de Santiago de Cuba, opera con autonomía energética las 24 horas. La obra, apoyada por entidades locales y la Defensa Civil, cierra la carrera del Ing. Cándido Montenegro, pionero de la red sismológica nacional.
Enrique Arango, jefe del Servicio Sismológico, destacó en la red social de Facebook su importancia para estudiar Cabo Cruz-Pilón, área de intensa actividad en 90 años.
Con esta, Cuba cuenta con 25 estaciones, tres de ellas en Granma: Caney de las Mercedes, El Yarey y Belic.