Vocación que florece

Foto: cortesía del entrevistado
Foto: cortesía del entrevistado

Cuando el sol amanece sobre la bahía de Manzanillo, también despiertan los sueños de quienes han decidido consagrarse al servicio de los demás, entre ellos está Lian Mendoza Causa, un joven que, con la serenidad de quien ha escuchado su llamado interior, se prepara para iniciar en septiembre la carrera de Medicina en la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley.
Con mirada firme y palabras que revelan madurez, Lian comparte lo que significa para él este paso trascendental.

Lian, ¿cómo nace tu vocación por la Medicina?

Desde muy joven sentí que quería ayudar, pero no solo desde el corazón, sino también desde el conocimiento. La Medicina me pareció el puente perfecto entre la ciencia y el amor al prójimo. Es una forma de sanar con propósito.

¿Qué esperas encontrar en esta nueva etapa universitaria?

Espero encontrar retos, claro, pero también crecimiento. Quiero aprender, equivocarme, mejorar. Sé que será exigente, pero estoy listo para entregarme con disciplina y pasión.

¿Qué significa para ti estudiar en la Facultad Celia Sánchez Manduley?

Es un honor. Es una institución con historia, con rigor, con alma. Saber que allí se han formado tantos profesionales que hoy sostienen nuestro sistema de salud me llena de orgullo y compromiso.

¿Hay alguna especialidad que te atraiga desde ahora?

Aún estoy explorando, pero me interesa mucho la Pediatría. Me conmueve la idea de cuidar la salud desde los primeros años de vida, de acompañar a las familias en momentos delicados.

¿Cómo te preparas para los desafíos que implica ser médico en Cuba?

Con humildad y constancia. Sé que no será fácil, pero también sé que cada esfuerzo vale. Me preparo leyendo, escuchando, observando. Y sobre todo, recordando por qué elegí este camino.

¿Qué sueñas lograr como profesional?

Sueño con ejercer con ética, con sensibilidad, con excelencia. Quiero ser útil, ser parte de la solución, ser alguien que inspire confianza. Y si algún día puedo enseñar, devolver lo aprendido, sería un privilegio.

Lian Mendoza Causa representa el inicio de una promesa: la de un joven que, con vocación y esperanza, se lanza al camino de la Medicina. Su historia apenas comienza, pero ya palpita con fuerza el deseo de sanar, de servir, de construir un futuro donde el conocimiento sea también ternura.

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