Ante la amenaza del huracán Melissa en Manzanillo, la comunidad universitaria de las Ciencias Médicas se movilizó, entre ellos se destacaba Roberto Bazán Rodríguez, estudiante del segundo año de Atención Estomatológica en la Facultad Celia Sánchez Manduley, cuyo compromiso como miembro de la Guerrilla 13 de marzo demostraba un profundo sentido del deber.
Para Roberto, este grupo de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) representaba «un paso más para los jóvenes», reflexionó, una convicción que lo llevó a mantener «una activa participación» desde sus inicios en la universidad. Su labor trascendía las aulas, constituyendo el núcleo de su formación como futuro profesional de la salud.
Durante el paso de Melissa, participó activamente en los operativos de preparación y en la atención a los evacuados, consciente de que «nuestra institución se convierte en centro de evacuación». Tras el paso del huracán, asumió las «labores de higienización y limpieza», dedicándose a restaurar los espacios afectados con notable determinación.

Esta entrega nunca fue individual. Roberto actuaba «en nombre de los jóvenes» que trabajaban codo a codo con los «principales administrativos», recalcó, demostrando que la verdadera fuerza reside en la unidad y el trabajo colectivo.
«Por ello, sin dudar, siempre estaremos dispuestos ante el llamado», dijo. Estas palabras muestran la esencia de una juventud formada en el servicio, cuyo compromiso trasciende las circunstancias y se convierte en respuesta inmediata ante las necesidades de la comunidad.