Manzanillo. Noviembre 29. – Con la guitarra como estandarte y la poesía como bandera, se celebra en nuestra ciudad la XXX Edición del Festival Nacional de Trova Carlos Puebla in memoriam.
Este año, el evento no solo honra la inmortal figura del Cantor de la Revolución, sino que eleva a dos pilares de la cultura local: Juan García y Caridad Córdoba, defensores incansables del patrimonio manzanillero.
«Desde el día de ayer se están desarrollando actividades, pero hoy, sábado, hay actividades en las comunidades de difícil acceso que estuvieron afectadas por el huracán Melissa», declaró Vladimir Rosabal Olivera, director de la Casa de la Trova Jaime Benemelis y organizador del evento.
El programa del festival se distingue por su riqueza y diversidad. Las actividades se extendieron a la Casa del Joven Creador, con las actuaciones de trovadores de la talla de Axel Milanés y Freddy Laffita, junto a talentosos miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
«Los jóvenes de la asociación no solo se han sumado, sino que han compartido escenario y experiencias con artistas consagrados. Este intercambio es vital; es la forma en que aseguramos que el legado de Carlos Puebla se revitalice con nuevas voces y composiciones que hablan de nuestro tiempo», afirmó José Carlos Capote Lastres, coordinador de la AHS en Manzanillo, subrayando el papel de la asociación como semillero indispensable.
El verso también tuvo su espacio sagrado con una lectura de poesía a cargo de Ángel Larramendis Mecías —director del centro de promoción cultural Manuel Navarro Luna— y Manuel Alsina. Paralelamente, la casa del destacado trovador manzanillero René Guerra acogió un íntimo encuentro, confirmando que la trova también se cultiva en los espacios privados, de corazón a corazón.
El público, protagonista silencioso y vital, no escatimó en demostrar su entusiasmo. Luis Josué García, un asistente al festival, compartió su impresión: «Para mí, esto es ver viva la historia de nuestra música, que los jóvenes como yo estén ahí, tocando junto a los grandes. Se siente la energía, el respeto por lo que se hizo y la emoción por lo que se está creando».
La Casa de la Trova se consolida como el epicentro del festival, espacio que, según su director, «no dejará de haber actividades hasta la clausura». En esta mañana, el emblemático escenario vibró con la descarga musical del Trío Inspiración de Media Luna, que contagió al público con su repertorio de clásicos de la trova cubana.
La jornada de clausura, prevista para este domingo con las actuaciones del grupo Saborit y el reconocido Quinteto Arturo Jorge de Bayamo, quienes pondrán el punto final musical a esta trigésima edición del festival.
Vladimir Rosabal Olivera expresó con emoción: «Nosotros estamos dando la vida y el corazón por todos estos artistas, porque somos plenos defensores de la cultura cubana y sobre todo la manzanillera», agradeciendo a directivos, músicos y al público que hace posible este encuentro cultural año tras año.