Manzanillo. Diciembre 2.- La admiración, fue la razón inicial para que Alberto Prieto Lavié, hoy Profesor Especialista Principal con una larga trayectoria, eligiera estudiar Geografía y naciera ese deseo de compartir todo el conocimiento.
Fue desde pequeño, viendo a su padre desplegar mapas como quien desvela secretos del mundo, hablando de cordilleras y culturas que decidió que ese era su camino. “Quise seguir sus pasos, entender el lenguaje con el que él le hablaba al planeta, estudiar Geografía fue, desde el primer día, una forma de honrarlo”.
En las aulas del Instituto Preuniversitario Urbano (IPU) Julio Antonio Mella, es donde el profesor Prieto lleva 15 de sus 25 años en la enseñanza preuniversitaria, impartiendo Geografía Regional a los estudiantes de onceno grado.
“Para mí, cada mañana frente al grupo es un homenaje a mi padre”, comenta, mientras organiza materiales para la jornada. “Siento que él está ahí, observando. Eso me exige, me inspira y le da un sentido profundo a todo lo que hago”.
Su método es un delicado equilibrio entre el rigor y la creatividad, con el empleo de bibliografía actualizada con un enfoque interdisciplinario donde la Geografía dialoga con la historia, la economía y la cultura. Pero lo que realmente captura la atención de sus alumnos son las dinámicas que transforman la teoría en experiencia.
“La Geografía no puede ser solo memorizar datos, tiene que tocarse, construirse, vivirse”. De esa convicción nacieron dos de sus proyectos. El primero es el concurso La Maqueta Geográfica, una verdadera fiesta de habilidades donde los estudiantes investigan y materializan relieves, cuencas o regiones. “Lo más gratificante, es que esas maquetas, creadas por ellos, pasan a ser herramientas de estudio para las clases siguientes. Les da un orgullo inmenso ver su trabajo siendo útil para los demás”.
El segundo es el Estudio de Países, que va más allá de lo físico-político. “Les pido que investiguen un país y se sumerjan en su idiosincrasia, costumbres, estilos de vida, arte…”, detalla. “Que entiendan que detrás de un contorno en el mapa hay personas, sueños, formas de ser. La Geografía es la ciencia de la Tierra, pero también de la humanidad que la habita”.
Esta filosofía de enseñanza, que también integra de forma sagaz las nuevas tecnologías, ha dado frutos notables. Sus estudiantes han cosechado premios en Concursos de Conocimientos a nivel municipal y provincial, y han presentado con solvencia trabajos en Sociedades Científicas sobre Medio Ambiente y Formación Vocacional.
Con una sólida superación que incluye una Maestría en Ciencias de la Educación –cuya tesis ha generalizado con éxito– y participación en eventos nacionales, extiende su influencia como Profesor Asistente de la Universidad de Granma, miembro de tribunales de grado y consultante de trabajos de diploma.
Un compromiso que también lo ha llevado a ser formador del proyecto internacional Mi Costa, donde capacita a comunidades costeras en resiliencia ante el cambio climático, uniendo el conocimiento académico con la necesidad vital de proteger el territorio.
En este diciembre, en el que Cuba celebra a sus educadores, la figura del profesor Alberto Prieto Lavi representa un testimonio elocuente de que la mejor enseñanza es la que se arraiga en el amor y se proyecta, generosa, para inspirar a quienes vendrán después.