Nueva normalidad para garantizar la vida

La nueva normalidad exige disciplina y prevención // Foto Marlene Herrera
La nueva normalidad exige disciplina y prevención // Foto Marlene Herrera

La llegada del nuevo coronavirus al mundo hizo poner una pausa y posponer planes para garantizar la vida. Cuba no quedó exenta de esta situación, y en unos pocos meses se tuvieron que repensar los hábitos y las cotidianidades para enfrentar una pandemia que muestra una escalofriante  estadística de decesos que supera los 1,5 millones de personas.

La pequeña isla caribeña, en medio de un incremento despiadado de medidas económicas impuestas por el bloqueo estadounidense, implementó protocolos avalados por la calidad de un sistema de salud robusto y con basamento científico garantizado, logrando minimizar los estragos de la enfermedad  que ya nos ha dejado el dolor por la pérdida de 136 cubanos.

Pero, como expresara el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su reciente intervención en el  31  Período virtual extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en respuesta a la COVID-19, “La emergencia planetaria en que nos ha sumido la COVID-19 suena como un nuevo llamado a la conciencia del mundo. Escuchemos esta vez. Sí se puede. Cuba es la prueba”. Y es por eso que desde el pasado 12 de octubre, se tomó la decisión de pasar a la Nueva Normalidad, una etapa que exige el máximo de responsabilidad por todos, y para el bien de todos.

“La nueva normalidad implica la asunción de nuevos estilos de vida que favorezcan la salud personal y colectiva, el reto de modificar e incorporar nuevos comportamientos con mayor autocuidado y responsabilidad, el uso del nasobuco correctamente, el lavado de manos con frecuencia y la puesta en práctica de nuevas formas de saludos y demostraciones de afecto.

Se exige incrementar la limpieza en el entorno domiciliario y laboral, mantener el distanciamiento, consultar al médico ante la presencia de cualquier síntoma, evitar lugares cerrados y con aglomeración de personas, realizar reuniones y festejos, así como ejercicio físico al aire libre, y evitar contactos con personas en aislamiento y visitas a hospitales si no es necesario”, explicó en la ocasión el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, a través del espacio televisivo Mesa Redonda.

Granma, estuvo entre las provincias que, a partir de entonces inició la  adopción de un nuevo código y estilo de vida adaptado al contexto epidemiológico, que persiste hasta hoy. Y junto a las medidas a cumplir por toda la sociedad, están las acciones que desarrolla el personal de la salud e higiene ante la detección de un caso positivo en el territorio.

La no presencia del SARS-CoV-2 aquí de manera autóctona, implica que el mayor cuidado se debe de tener con los viajeros que llegan de provincias con focos activos, pero sobre todo del exterior del país, y esto precisamente ha permitido detectar hasta el momento, nueve casos positivos (importados), de ellos, uno en Manzanillo.

Suiguiendo el protocolo se decretó zona restringida ante el diagnóstico de un caso positivo en Manzanillo // Foto Roberto Mesa Matos

Ante este hecho se siguió el protocolo correspondiente, trasladando al ciudadano para el Hospital Militar en Santiago de Cuba, se decretó en un primer momento zona restringida para los habitantes de la cuadra donde radica el positivo, impidiendo así la entrada y salida de los posibles contactos hasta que se realizaran las encuestas y PCRs correspondientes.

En un segundo tiempo se puso en cuarentena modificada solamente la vivienda donde pernoctó el paciente, y las dos casas aledañas a esta, así como otro hogar que había sido visitado. Ahora se mantiene vigilancia médica a las 17 familias involucradas por residir cerca.

Este proceder, expuesto el doctor Carlos Manuel Rodríguez Chávez, director de Salud Pública en el municipio, es el establecido para impedir se propague el virus y podamos seguir viviendo con la Nueva Normalidad por la que transitamos.

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