
Manzanillo. Junio 18.- Es la mujer cubana protagonista en estos tiempos de muchas de las tareas que se acometen en varias esferas de la vida cotidiana, y es que sin ella la obra ingente de la Revolución no habría sido posible, al decir de nuestro líder histórico Fidel Castro.
Fueron muchas las que desde los inicio inspiraron a las féminas cubanas a abrazar la obra emancipadora y a defender esa voluntad inquebrantable; “hoy vemos la participación activa de las féminas, comenta Sucel Ortiz Fonseca- esto en cierta medida se lo debemos a muchas que lucharon para que tuviéramos la Cuba de hoy y por la que aún luchamos y esperamos poder ver, podemos destacar a Vilma Espín, quien siempre fue una defensora de las cubanas, de sus derechos y del bienestar de las familias, para quienes creó la Casa de orientación; no existe mejor forma de recordarla y seguir su legado a través de nuestra obra y trabajo diario”.

“Tenemos la obligación de continuar con ello y por tal razón, en estos días tan complejos donde nos ataca una pandemia que está arrebatándole la vida a tantas personas, nuestro único pensamiento debiera ser desde nuestros hogares, desde el corazón de nuestras familias, fomentar la responsabilidad y el cuidado para frenar a este virus, como lo hizo Vilma en aquel entonces que fue a la primera línea de fuego a la Sierra, nosotras debemos hacerlo aquí ahora en este escenario que estamos viviendo, contra todo lo que afecte el bienestar social”.
Para Grethel García Vázquez seguir este legado es una obligación, “estamos en deuda con esas valientes que arriesgaron sus vidas por esta sociedad que hoy disfrutamos, ese ejemplo es guía para nuestros días, es faro para continuar con esta maravillosa obra social; las mujeres tenemos el deber de continuarla, de luchar incansablemente por conquistar cada reto, cada adversidad que se pueda presentar, como lo hicieron en su momento tantas; apoyar las decisiones de nuestros gobernantes, es la única manera de que todo esto siga adelante”.

Rosa María Calzada Cansino, es profesora en el Instituto preuniversitario Mikaela Oquendo de esta ciudad y ve cómo desde sus clases transmite todo ese sentir a sus educandos; “podemos decir que en las aulas hay un gran potencial y refuerzo para las futuras generaciones cubanas, pues han sido los jóvenes los que en todos los momentos de la Revolución han estado a pie de lucha y llevado adelante toda una obra social en beneficio de los más desfavorecidos principalmente.
«Las mujeres como parte de todo ese movimiento tienen su cuota de protagonismo, son las que impulsan, desde los hogares, las que distinguen, en nuestros días podemos ver cómo un elevado por ciento de ellas ocupan cargos y responsabilidades dentro de cualquier instancia, desempeña con excelencia trabajos que antiguamente sólo eran para hombres.
«Vemos la igualdad de derechos entre ambos sexos, eso es una de las cosas que le agradecemos a Vilma, que fue fiel luchadora por ese paralelismo genérico, su legado nos guía y nos conduce en todo momento, no importan las circunstancias estamos comprometidas a luchar y vencer, a eso nos enseñó”.