
Anuncian que ha hecho su entrada, en la sala del Yara, Mijaín López Núñez. Las luces lo enfocan. Él, que siempre se ve inmenso, lo parece más en medio de la penumbra de un cine lleno de público. Todos lo miran, se paran, aplauden…
Y no fue la primera vez que los aplausos, largos e intensos, se escucharon allí en la noche del sábado durante la presentación especial del largometraje documental Mijaín. Pocas obras reciben un entusiasmo tan genuino, incluso antes de su proyección, como el de esta realización de Rolando Almirante, Héctor Villar y Ángel Alderete.
Durante una hora y 20 minutos, el filme –coproducido por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y el colectivo de creación audiovisual independiente D’ Alma Films– desarrolla dos líneas fuertemente entrelazadas entre sí: la preparación final para los Juegos Olímpicos París-2024 y la propia competencia, en un crescendo que hace otra vez levantarse a los espectadores de sus asientos, con la misma emoción de aquellos días; y, a la vez, la reconstrucción, a través de los testimonios del propio atleta y sus allegados, de los incontables sacrificios sobre los que se alzó hacia la gloria deportiva.
Los asistentes al Yara, entre quienes se encontraban la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh, y el titular de Cultura, Alpidio Alonso, pudieron constatar la humildad de la familia del Héroe de la República de Cuba, de cuya naturalidad y genuina cubanía es un ejemplo total su mamá, Leonor Núñez; la sencillez de su primer colchón, los tropiezos antes de la primera medalla; la influencia de los entrenadores Pedro Val, ya fallecido, y Raúl Trujillo; así como toda la entrega desgastante, física y sicológica, detrás de la hazaña en París.
Tal y como afirmó Almirante en la antesala de la proyección, lo que pretendieron fue «entender los vericuetos del alma de un hombre», lo que se esconde detrás de una sonrisa o un rostro serio.
Según comentó Osvaldo Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, con Mijaín se cumple también un sueño de Fidel, el de ver las historias de los grandes deportistas de la Isla en la gran pantalla; un proyecto que, se supo, continuará en lo adelante con otras figuras.
Esta presentación del largometraje, que se cuenta entre los platos fuertes del 9no. Festival de Cine de Verano, antecede a otras que se prevén en el país, como en el cine Praga de Pinar del Río, por ejemplo, –explicó Alexis Triana, presidente del Icaic– y a las que se esperan con mucho interés en Rusia, Bielorrusia y Francia.
En la ocasión, el único pentacampeón olímpico en una misma prueba individual, aconsejó a todos los jóvenes deportistas, y en especial a quienes se preparan para participar en breve en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción, presentes en el cine, «mantener, ante todo, una mente fuerte».
Justo segundos antes de que se apagaran las luces para ver el documental, y luego de que Mijaín agradeciera al equipo de realización por una obra hecha con humildad, una voz anónima dijo desde el público: «Campeón, gracias por existir».
Y fueron, otra vez, los aplausos.
