
Addis Abeba, 8 jun (Prensa Latina) El primer ministro Abiy Ahmed describió el Acuerdo de Paz de Pretoria como un avance histórico, al señalar que Etiopía rara vez logró poner fin a los conflictos internos, reproduce hoy la Ethiopia News Agency.
Ahmed, en el cuatro episodio de una entrevista concedida a Fana Broadcasting Corporate, consignada por esa agencia de noticias, recordó que una sed injustificada de poder y la negativa a aceptar la competencia democrática pacífica dieron lugar a un profundo resentimiento y desconfianza en las últimas décadas.
En estos contextos históricos, declaró que el gobierno etíope bajo su administración demostró un paso histórico en la resolución de los conflictos internos del país a través del Acuerdo de Paz de Pretoria firmado el 2 de noviembre de 2022 con el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) para poner fin al conflicto armado de dos años.
Subrayó que ese convenio marcó un enfoque sin precedentes para poner fin a la guerra y que el país rara vez había logrado en su curso de la historia.

El mensaje es claro: la verdadera victoria no radica sólo en ganar guerras, sino en asegurar una paz duradera, recalcó.
El jefe de gobierno explicó que la causa fundamental de los conflictos en Etiopía surge principalmente por el deseo de las élites políticas equivocadas de lograr sus objetivos a través de la fuerza.
“Estas élites creen predominantemente que el poder político se ganaría a través del cañón del arma y la narrativa equivocada”, agregó.
Sin embargo, sostuvo que hasta no olvidarse la opinión de que cualquiera puede tener poder político a través de elecciones y la aprobación pública, los conflictos seguirán siendo un desafío para lograr órdenes políticas democráticas.
Al respecto, instó a ese grupo de poder a buscar una vía pacífica en lugar de un intento repetido de imponer su voluntad al tener un control total, sobre todo.
Recordó la lucha pacífica antes de 2018, afirmando que: Cuando luchamos por este cambio en curso, creemos que el cambio vendrá a través de la lucha interna y pacífica, y pagamos caro para lograr esta reforma.

“La lucha armada está desfasada; esfuerzos genuinos de paz como la Comisión de Diálogo Nacional y el Acuerdo de Paz de Pretoria son un testimonio del compromiso del gobierno de garantizar una paz duradera mediante el diálogo”, detalló.
Antes de concluir, reiteró que el poder político debe provenir de la legitimidad popular, la participación democrática y el respeto por las opciones del pueblo.
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