Manzanillo. Febrero 13.- Muchas son las motivaciones para que los cubanos decidamos votar por el Sí en aprobación a la nueva Constitución de la República de Cuba el próximo 24 de febrero. Y es que a pesar de nuestras constantes limitaciones económicas por vivir en un país subdesarrollado, que no puede avanzar más como quisiéramos, a pesar de tantos esfuerzos, por las constantes agresiones del férreo bloqueo económico y financiero que el gobierno de los Estados Unidos mantiene contra nuestra isla, y que amenaza en recrudecerlo, sí tenemos muchas motivaciones.
Tenemos la tranquilidad de vivir en un país donde nuestros niños y niñas no son agredidos desmesuradamente, ni tienen que trabajar por mantener sus estudios o el sustento suyo y el de su familia.
Porque tienen una atención esmerada de los servicios médicos, se les respetan sus derechos y otras tantas verdades que pocos en este planeta lo pueden disfrutar como lo hacemos nosotros los cubanos de adentro, con todos y para el bien de todos.
Bien lo saben Yeney, Lidia, Argelio, Dainelys y Einar estudiantes del octavo grado en la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Paquito Rosales Benítez, quienes no tienen edad para el sufragio, pues no han cumplido los 16 años, pero apuestan por resultados positivos en el próximo referendo constitucional para su futuro. De ellos impresionan las palabras y conocimientos sobre el tema.
Yeney Guisado Pérez me habló un poco de la historia de nuestras cartas magnas. “En nuestro país han existido varias constituciones, según las etapas históricas algunas de ellas han sido: la constitución de Guáimaro aprobada el 10 de abril de 1869, esta constaba de 29 artículos”, dijo.
“La constitución de Baraguá aprobada en 1878 con seis artículos, la Constitución de Jimaguayú aprobada el 16 de septiembre 1895, esta constaba de 24 artículos. También hubo otra, la constitución de la Yaya, aprobada el 29 de octubre de 1897 constó de 98 artículos y fue valorada como la más completas de las constituciones mambisas”.
Argelio Ramos Guerra mencionó la constitución de 1901, la de 1940, la Ley constitucional de 1978, y la Constitución de la República de Cuba aprobada en 1959 con un 98 por ciento de los cubanos.
Ramos Guerra dijo además que “pienso que la constitución tiene valores que tiempos atrás se han defendido al precio de cualquier sacrifico, como bien dijo Fidel en su concepto de Revolución. Creo que estos valores cada cubano tiene que sentirlos, confiar en lo que se vivió años atrás y vivirlo porque si no lo sientes y no lo vives, no estás recordando el pasado por el que tanta sangre se derramó”.
Einar Mariño Méndez se motivó hablar de la que se pondrá en nuestras manos elegir si la probamos o no. “Nuestra Constitución también tiene función política, jurídica, ideológica y organizativa, cuenta con un preámbulo de 15 capítulos y 137 artículos que forman nuestras bases jurídicas y políticas”.
A estas palabras se unió Dainelys Rivera Águila quien dijo “además nuestra constitución nos da derecho a una educación y salud gratuitas, como también el deporte, la educación física, la recreación sana, pero también nos compromete luchar por nuestros logros alcanzados”.
Lilian Ugalde Vázquez yo pienso que aunque todo esto se modifique la esencia no va a cambiar pues como dijo José Martí: La ley primera de nuestra República es el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre, además nuestro país por ser un país socialista y democrático la Constitución no es impuesta, es discutida y consultada”.
Entonces escuchando a estos niños y niñas vale la pena el Sí. Pues podemos aprobar una nueva carta magna que aporta más elementos en defensa de nuestros derechos humanos, nuestros valores, nuestra soberanía, dignidad, por el desarrollo de nuestro país, el socialismo, la Revolución cubana, y sobre todo por el futuro de nuestros hijos.