
En la Escuela Primaria Pedro Soto Alba uno de los principales retos es elevar la calidad del aprendizaje, la preparación de los educadores y llevar los proyectos que realizan a la comunidad. Para alcanzar estos propósitos tienen una cobertura docente completa con 90 profesionales en las aulas, y de ellos, 10 maestros reincorporados, quienes desde su experiencia dan un aporte imprescindible al buen desarrollo del curso escolar.
El manzanillero Juan Alberto Tamayo Atencio, con 71 años de edad, es uno de los 12 mil educadores que en el país vuelve a tomar la tiza y el borrador en sus manos, y lo hace como parte del claustro del seminternado Pedro Soto.
Y me hice maestro…
“Me incorporo en 1969 a un curso de emergencia para maestros populares, maestros primarios, por una necesidad que hubo en aquel momento y realmente no había culminado el noveno grado y me entusiasma la idea. Con 15 años de edad llego a la ciudad Pesquera, 16 para ser más exacto, como maestro y a partir de ahí una larga carrera que todavía la mantengo, interrumpí solamente un año, son 55 años de trabajo que cumplí este primero de septiembre del 2024″.
De vuelta a las aulas
«Mi reincorporación está dada porque realmente hay una convocatoria de urgencia en el país, hay una necesidad ineludible y como revolucionario doy ese paso al frente.
Una vez dentro vuelvo a compenetrarme con mis alumnos, es mi objetivo, es una devoción, una dedicación, llevar conocimientos, me siento todavía capaz para ello y entonces estoy aquí cumpliendo con ese propósito. La ausencia física del Comandante, su ejemplo imperecedero, me convoca y es una razón, no es chauvinismo ni mucho menos, pero es la razón fundamental de por qué estoy en la enseñanza primaria. Después de haber pasado por la enseñanza primaria, la enseñanza especial, porque me hice Máster en la educación general, pero la licenciatura la hice en la enseñanza especial, ocupando varios cargos administrativos, técnicos durante toda mi carrera en direcciones de escuelas como la Manuela Ascunce, Enrique José Varona, José Maceo, la Escuela Provincial de Sordo, la Escuela Provincial de Conducta y pues volví a la enseñanza primaria donde comencé mis primeros pasos y aquí estoy con ese propósito».
La historia, una pasión
«Yo hice mi maestría con un tema relacionado, cómo llevar la enseñanza de la historia local, insertándola en la enseñanza de la historia nacional, en la enseñanza primaria, especialmente en el grado sexto. Hoy pienso en este curso concluir ese sueño con un círculo de interés que se llama así, mi Manzanillo de siempre, donde vamos a demostrar categóricamente en la realidad y con los pies sobre la tierra, cómo se enseña la historia de la localidad en función de aprender sobre la historia nacional. Lo mío primero, hay un eslogan muy viejo que habla de eso, pero realmente debe ser así.
Pienso y así lo defiendo, no hay un hecho en la historia de este país donde no esté presente la historia local de Manzanillo, con sus acontecimientos, con sus personalidades, con esos testimonios vivientes y no vivientes que tenemos y hay que rescatarlos. Por tanto, en los momentos actuales valga la historia para poder seguir adelante”.

Desde el año 2008 se aprobó el Decreto-Ley No. 260, que autoriza a los maestros y profesores jubilados por edad, con posibilidades de aportar su profesionalidad y experiencia, se reincorporen recibiendo el salario íntegro del cargo que pasen a ocupar y su pensión. Aunque el incentivo económico es válido, hay quienes, como Alberto Tamayo, lo mueven más las convicciones y el placer de educar.