Atrapada en un vicio, una historia anónima

Manzanillo. Mayo 31.- El mal hábito de fumar tiene cautiva a miles de personas alrededor del mundo, son cada vez más las que adquieren este vicio que trae consecuencias en ocasiones fatales para la salud.
Ayer cuando me disponía a realizar esta entrevista, antes de comenzar mi entrevistada me dijo “no quiero que sepan quién soy, pero quisiera trasmitir un mensaje a los que aún tiene esta mala costumbre”; por tal razón no revelaré su nombre sólo su experiencia.
“Yo comencé a fumar desde muy pequeña, al inicio, en los primeros años lo hacía escondida de mis padres, ellos veían algo extraño en mi comportamiento pero ni imaginaban que yo pudiera estar fumando a escondidas; me iba al patio, ahí me aseguraba que nadie me viera y encendía mi cigarro, cigarro que había comprado con dinero que les había robado a ellos”.
La angustia y el dolor se les refleja en sus ojos y se siente en el tono de sus palabras, “lo hacía solo por curiosidad, querer ser mayor, quizás hasta por la inocencia y el desconocimiento de que las consecuencias de este vicio son fatales. Mi papá vendía cigarros, ellos nunca fumaron y nos instruían siempre a no hacerlo, yo tuve que hacer miles de maniobras, volverme casi maga para que nunca se dieran cuenta de lo que yo hacía, decía mentiras, les robaba, todo para continuar con eso que me atrapaba cada vez más y más, ya lo sentía parte de mí, dependía prácticamente de eso, no me daba cuenta pero ya era adicta al cigarro y para conseguirlo hacia cualquier cosa”.
Mi entrevistada respira profundo, sus lágrimas comienzan a asomarse y a acariciar sus mejillas, “si no lo hubiese hecho nunca, si no hubiese prendido ese primer cigarro, no hubiese pasado tanto; cuando ya comencé a trabajar, pues, no me escondí más, mi mamá se deprimió por tanto disgusto y todo ese estrés le desencadenó una diabetes mellitus, la que padeció hasta su muerte, tuvo desde entonces una vida con limitaciones; cuando me casé a mi primer esposo no le agradaba que fumara pero eso era más fuerte que yo así que decidí divorciarme sin pensar en mi pequeña hija que por demás era asmática, ella tenía con mucha frecuencia crisis de asma producto a la nicotina que desprendía cada vez que yo encendía un cigarro; le estaba haciendo daño, pero mi mal hábito era más fuerte que mi entendimiento y hasta que mi instinto de madre y no paraba de hacerlo”.
“Así dañe mi segundo matrimonio, por esta misma causa, mi salud estaba muy muy deteriorada porque yo fumaba alrededor de dos cajas de cigarros al día, mis niñas siempre tenían problemas en sus pulmones y no salían prácticamente de hospital con bronconeumonías, crisis de asmas, consultas con neumólogos, y yo ni hablar comencé con falta de aire y el médico me dijo que si no paraba me moría, fue ahí cuando desperté de mi letardo después de casi 20 años, algún poder sobrenatural iluminó mi vida, abrió mis ojos y me mostró en segundos todo el daño que estaba haciéndome y le hacía a los que me rodeaban , mis hijas casi bajo pesos y con enfermedades en los pulmones , mis demás familiares también dañados con todo y mi casa casi vacía y en muy mal estado, no tenía para arreglarla ni comprar nada porque todo me lo gastaba en cigarro, yo parecía salida de una película de terror, mi aspecto era denigrante ; fue ahí cuando me dije basta, no lo voy a negar me fue bien difícil pero lo conseguí ; ahora tengo una familia feliz, una casita linda, mis hijas gozan gracias a Dios de buena salud y yo estoy recuperada de todo, ya hace más de 10 años no toco un cigarro y me siento mejor que cuando estaba atrapada en ese vicio».