Brasilia, 24 jun (Prensa Latina) La Corte Suprema de Brasil fue escenario hoy de un careo entre el teniente coronel Mauro Cid, exayudante del expresidente Jair Bolsonaro, y el general Walter Braga Netto, ambos figuras clave en la tentativa golpista de 2022.
Durante la diligencia, solicitada por las defensas tras divergencias en los testimonios, Cid reafirmó haber recibido de Braga Netto (exministro de Defensa) una caja de vino cerrada que contenía una suma de dinero en efectivo.
Según su declaración, la entrega ocurrió en dependencias del Palacio de la Alvorada, sede capitalina de los mandatarios, y posteriormente el capital fue trasladado al mayor Rafael de Oliveira.
El testimonio de Cid —quien firmó con la Fiscalía General un acuerdo de colaboración premiada— ya había causado impacto por vincular a altos mandos castrenses con supuestos pagos en efectivo en los meses previos al intento de subversión del orden institucional.
La defensa de Braga Netto, sin embargo, negó rotundamente los hechos y afirmó que Cid está «faltando a la verdad».
Su abogado, José Luis de Oliveira, declaró que el general llamó mentiroso a Cid durante la confrontación, mientras este mantuvo la cabeza baja en todo momento.
Uno de los temas en disputa fue también una reunión que habría ocurrido a finales de 2022 en el domicilio de Braga Netto.
De acuerdo con el teniente coronel, él se retiró del encuentro antes de su conclusión.
En cambio, el general sostuvo que los tres militares presentes —Cid y dos soldados de las Fuerzas Especiales— salieron juntos del apartamento.
La defensa de Cid anunció que solicitará al STF las imágenes de las cámaras de seguridad de la Alvorada y los registros de entrada y salida, como pruebas materiales que puedan corroborar sus afirmaciones.
Este careo es el primero de una serie autorizada por el Supremo para esclarecer contradicciones entre testigos y acusados en el caso que investiga la tentativa de golpe de Estado.
La confrontación directa entre las versiones busca dilucidar los hechos ocurridos en los días críticos tras la derrota electoral de Bolsonaro ante el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en octubre de 2022.
Tales contradicciones, lejos de disiparse, profundizan la disputa jurídica y política que atraviesa al proceso.
La corte superior tendrá ahora la tarea de valorar la solidez de los relatos y su consistencia con otras pruebas documentales y testimoniales.
El juicio avanza hacia una fase decisiva y la confiabilidad de figuras como Cid, quien entregó múltiples informaciones sensibles, será clave para el futuro procesal de los acusados, incluidos exministros y militares de alta graduación.
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