Nunca pensó en convertirse en una emprendedora, pero las circunstancias de la vida la llevaron a crear su propio negocio, que hoy disfruta y ayuda a sostener económicamente su hogar.
Cenia Caridad Sánchez Torres, es la dueña de la Piñatería Cenia, ubicada en la principal arteria de Manzanillo, un lugar donde se pueden encontrar “artículos de cumpleaños, piñatería, juguetería, artículos de oficinas, artículos escolares”.
Periodista (P): ¿Cómo surgió la idea de hacer una piñatería?
“La idea fue de mi mamá y de mi hermano mayor. Cuando me gradué de Informática no había trabajo y surgió la idea. Y aquí estoy desde entonces, desde el 2011 tengo este negocio”, comenta sin dejar de atender al público que llega.

P: Entonces, ¿parte de los artículos los elaboras tú en la computadora?
“Sí, todas las impresiones, todo lo que es impreso lo elaboro yo. Me gusta hacer manualidades. Hago los topper para adornar los cakes de cumpleaños, hago cuquitas, preparo los libros para colorear, todo lo que se imprime. También hago las velas de diferentes modelos.”
P: ¿Y los juguetes?
“Tengo en oferta juguetes elaborados por artesanos de Holguín, de las Tunas y de La Habana, de diferentes provincias. Y los otros sí son importados, originales.”
P: En los últimos tiempos en el municipio ha florecido el negocio de los regalos sorpresas y las decoradoras de fiesta, ¿eso te afecta en tu negocio?
“No, no, no. Al contrario. Hay personas que hacen las cajas de regalos. Me ha favorecido más bien que las personas abran sus negocios. Tengo bastante clientela de esas personas. Y de las decoradoras también tengo bastante clientela.”

Cenia tiene establecida su tienda en su propia casa “eso me permite estar más tiempo con los niños, estoy siempre en la casa”, me cuenta mientras atiende a sus dos pequeños que llegan con su papá del círculo y la escuela respectivamente, y surge la pregunta ¿Cómo emprendedora qué apoyo recibes de tu familia?
“Bueno, mi mamá es la que más me ayuda. Mi mamá y mi tía Y mi esposo al mil por ciento. Tengo dos niños, un varón de dos años y la niña de cinco. Aquí en casa sobre todo recibo la ayuda de mi esposo.”
¿Aceptas transferencia? Fue una pregunta que se repitió varias veces durante la conversación. “Sí.”
P: ¿Y cómo te va con la bancarización?
“Bueno, en ese sentido nos exigen mucho. El pago por transferencia está implementado y yo lo acepto aquí en el negocio, pero luego no tenemos dónde sacar el efectivo. A veces tenemos transferencia y no podemos comprar mercancía por falta de efectivo. Nosotros más bien tenemos entonces que pagar el 10 por ciento a otras personas en la calle para sacar el dinero físico, porque lo que uno compra no siempre se puede hacer por transferencia.”

A pesar de que en estos 14 años no han faltado contratiempos que la han desmotivado, como cuando le pusieron la multa porque faltaba el precio a dos artículos, o no tener el código QR impreso todavía, Cenia ve en el emprendimiento una gran posibilidad de crecer.
P: Si alguna mujer Ahora mismo quisiera emprender un negocio ¿Qué tú le aconsejarías?
“Que sí, sí, sí. Que pa’lante. Hay trabajos y cosas difíciles pero se logra. Como dicen, las grandes inversiones llevan bastantes tropiezos en el camino
P: Entonces ¿No te arrepientes?
“No, no, para nada.”