Solo a través de la ciencia y la innovación se podrá salir exitosamente de la crisis en la cual ha sumido al mundo la pandemia provocada por la COVID-19, reconoció este lunes Daren Tang, director de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), durante el acto de entrega de la Medalla y certificados otorgados por ese organismo internacional al colectivo de inventores de las composiciones vacunales cubanas contra el SARS-CoV-2.
En la ceremonia de condecoración —encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez—, el Director de la OMPI destacó, además, el importante papel desempeñado por cada uno de los allí presentes en el campo de la investigación científica para enfrentar la COVID-19, tanto en Cuba como en el mundo.
Las tres innovaciones reconocidas en la jornada: Soberana 01 y Soberana 02, del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), la Universidad de La Habana y el Centro de Inmunología Molecular (CIM), así como Abdala y Mambisa, consideradas estas dos como una sola iniciativa creadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), han sido esenciales para lograr las elevadas tasas de vacunación contra la COVID-19 que existen hoy Cuba, de las más altas del planeta.
Esta medalla de la OMPI, que tiene como finalidad reconocer la contribución que hacen los inventores a la riqueza y al desarrollo de las naciones y fomentar la creatividad inventiva e innovadora en todo el mundo, fue recibida, en nombre del resto de los científicos, por los investigadores Yanet Climent Ruiz, gerente de Soberana 01 y Soberana Plus; Sonsire Fernández Castillo, gerente de proyecto de Soberana 02; y a Glay Chinea Santiago, del CIGB.
Durante la entrega del galardón, donde estaban presentes el miembro del Buró Político Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, así como los viceprimeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, también fueron otorgados los certificados acreditativos a los colectivos de inventores.
El reconocimiento recibido —destacó la directora de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI) —, constituye una muestra fehaciente del potencial humano y del desarrollo científico creado por la Revolución, de la consagración al trabajo, el rigor científico de profesionales comprometidos, que hacen posible una labor infinitamente extraordinaria, como es la de salvar vidas, no solo en Cuba, sino en diversas partes del mundo; obra de alcance universal por su dimensión humana.
Lo hecho por nuestros científicos ha permitido avanzar en la inmunización de la población cubana y con ello en la contención de la epidemia provocada por la COVID-19.