
El 7 de enero se cumplieron 113 años de la publicación del primer número de la Revista «Orto», una de las más importantes y longevas de la República cubana, fundada en esta ciudad por Juan Francisco Sariol, destacado escritor santiaguero de la época.
En la actualidad, sus obras literarias son recordadas y reivindicadas por el Centro para la Promoción de la Cultura Literaria Manuel Navarro Luna de Manzanillo.
«Lastimosamente la Revista Orto, nunca recibió el apoyo del gobierno, y salía gracias al esfuerzo de Juan Francisco Sariol y su equipo de redacción, que lo integraban importantes escritores como Miguel Galiano Cancio, Luis Felipe Rodríguez y Manuel Navarro Luna», explica Angel Larramendi Mecias, director del Centro para la Promoción de la Cultura Literaria Manuel Navarro Luna.
«Orto fue una revista clave, un espacio de debate y difusión de las ideas más renovadoras de la literatura cubana, donde destacaron dos movimientos: el posmodernismo y el vanguardismo. A pesar de su relevancia histórica, ha sido bastante olvidada, por lo que en el Centro nos dimos a la tarea de mantener vivo su legado», afirma Larramendi.
Es importante señalar que destacados escritores de América y Europa, publicaron sus textos en la Revista, algunos de ellos fueron Nicolás Guillén, Emilio Ballagas, Ángel Augier, Eugenio Florit, Mirtha Aguirre, Serafina Núñez, Federico García Lorca, César Vallejo, Gabriela Mistral y Pablo Neruda.
Una de las iniciativas que realizó el centro fue la publicación en el 2012 de la Órbita de Orto, una selección de textos a cargo de Maritza Labrada Batista y el propio Larramendi. Así como la digitalización de todos los números que se encuentran en la biblioteca personal de Manuel Navarro Luna.
En estos momentos, trabajan además en una selección de textos titulada Los Poetas de Orto, que reunirá las obras de los más importantes poetas que publicaron en ella. Este proyecto se suma a otras actividades como debates y análisis de las obras.
Lamentablemente la memoria cultural a menudo se diluye en la rutina, la labor que desarrolla hoy Larramendi y su equipo es un recordatorio de que la literatura no es un adorno, «Orto no debe morir porque en ella viven Manzanillo, Cuba y América; y porque su historia es nuestra historia».