Código de las Familias: “Tres veces sí”

Nunca se reprochará la decisión que le obsequió el tesoro más preciado, sensible y estremecedor: el pequeño que hace menos de 10 años dio “a luz” para iluminar los amaneceres.

“El niño es lo mejor que me ha sucedido” me comenta, mientras dialogamos rodeados de frondosos árboles hasta los que llega la brisa marina del Golfo de Guacanayabo.

“Robertico, no eres capaz de imaginar las noches de angustia y desvelos pensando en el futuro de mi bebé cuando naciera. No guardo rencor.

“La vida y Dios se encargarán, pero esa persona lastimó mis sentimientos por la ingenuidad de aquellos años, pero aquí estoy firme y resuelta, con la frente en alto dispuesta a seguir adelante. Juré no dejar de sonreír jamás.

Mi amiga es una joven que aún no cruza la línea de las tres décadas y media de vida y es admirable la voluntad, el coraje y la fortaleza con las que encara el reto de criar sola a su hijo que, ante la ley, es hermano de su progenitora.

“Tengo un amigo que es supermaravilloso; intentamos una relación más cercana que no resultó, pero él triplicó el cariño por el niño y por mí. Los dos se adoran, son el uno para el otro. Es la figura paterna, el paradigma que está viendo el niño.

“Hoy vivimos mi madre, el “peque” y yo; créeme que no es fácil sortear los problemas cotidianos, el “corre corre” en busca de aquello o lo otro, pero siempre se puede más y vencemos cada obstáculo. Soy una madre muy feliz.

“Por mi historia es que levanto las dos manos y digo tres veces sí de ser necesarios para aprobar el nuevo Código de las familias. El documento ha venido para ser la luz en el camino de cientos de cubanas que están en una situación similar a la mía.

“Quiero un futuro feliz y en armonía para mi hijo y en ese rumbo me acompañan y apoyan mi madre y mi entrañable amigo.

LOS GENES DEL AMOR

El joven Henry Quintana Martínez abogado del Bufete Colectivo de Manzanillo, expone que “en primer lugar hay que apuntar que el menor reconoce a esa otra persona que llegó a la vida de su madre, aun y cuando no fructificó la relación, pero ambos se valoran en las figuras hijo-padre y viceversa.

“Para el caso descrito en el nuevo Código de las familias existe la excepcionalidad de la multiparientalidad y el reconocimiento judicial de esta (ahora solo monoparental al llevar los apellidos de la madre).

– ¿Cómo procedería entonces?

– El reconocimiento del menor se hace judicialmente varios requisitos socioafectivos que tienen que ser notorios, estables, con la independencia o no de que exista un lazo biológico. Comprobándose lo anterior, se puede aprobar que el hombre reconozca al menor como propio y este asuma sus apellidos.

“Para arribar a esta sentencia, el Tribunal analiza una serie de pruebas, como las relaciones entre ambos (juegos, salidas de paseo, fotos, videos y testigos, la exploración del menor si se puede realizar por la edad), y si es positiva, la institución hace firme su sentencia, de acuerdo con lo descrito en el proyecto de Código.

Quitana Martínez, con 14 años de experiencia, fue uno de los especialistas manzanilleros con más participación en los debates que generó el documento en barrios, comunidades e instituciones.

“El que se someterá a referéndum, el próximo 25 de este mes, es un código amplio y muy rico en matices para solucionar casos como este”.

EPÍLOGO

La amiga me despide. Camino a casa y sonrío feliz, porque confío en que la voluntad de los cubanos al aprobar el código cambiará para siempre la realidad descrita en esta página y lo hará desde la maravillosa esencia de los afectos y el amor.