Colaboración médica internacionalista, una humana idea de Fidel

Cada vez que se hable de la colaboración médica cubana internacionalista, necesariamente hay que tener presente el pensamiento de uno de los hombres que mayor importancia le ha dado a este programa en nuestro país y en el universo, símbolo y principal artífice de esta humana y solidaria tarea, el eterno Comandante en Jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz.

Para mí una de las principales frases que resume el verdadero valor de estas misiones que miles de profesionales de la salud de nuestro país, incluso de otras ramas y profesiones,  han emprendido por todo el planeta, es la pronunciada por él en Buenos Aires, aquel mayo de 2003.

Esta encierra todo el valor humanista de las colaboraciones ante tanta patraña por querer despretigiarlas desde el exterior, incluso de países como los Estados Unidos de Norteamérica que envía ejércitos llenos de municiones a invadir el mundo, mientras nuestras principales armas son el amor, la solidaridad y el deseo de salvar a las vidas de los más pobres.

Cito textualmente el fragmento de aquellas palabras que siempre me conmueven. «Decenas de miles de médicos cubanos han prestado servicios internacionalistas en los lugares más apartados e inhóspitos. Un día dije que nosotros no podíamos ni realizaríamos nunca ataques preventivos y sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo; pero que, en cambio, nuestro país era capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros rincones del mundo. Médicos y no bombas, médicos y no armas inteligentes».

Hablar de la colaboración médica cubana internacionalista también es recordar nuestra historia y rendirle tributo a tantas páginas gloriosas de quienes la escribieron con hechos. Al realizar un pequeño estudio sobre este tema se podrá descubrir en la enciclopedia interactiva cubana Ecured como el pueblo cubano durante toda su historia ha tenido manifestaciones de solidaridad con otras naciones del mundo, evidenciadas desde los inicios del triunfo revolucionario, legados del pensamiento latinoamericanista de José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro Ruz.

Entonces podríamos considerar como la fecha de inicio de la Colaboración Médica Internacional Cubana con brigadas permanentes el 23 de Mayo de 1963, con el envío de la primera brigada a Argelia, compuesta por 55 colaboradores que brindaron sus servicios por un año, hecho que abre las puertas de estas misiones internacionalistas. Así queda claramente expuesto el principio del internacionalismo en salud, de la solidaridad internacional del sistema cubano de salud pública y su fundamento ético, profundamente humanista, no como diplomacia médica, no como vehículo de difusión de una doctrina política y no como incentivo de relaciones comerciales o venta de servicios. Hoy existe nuestra colaboración en más 76 países del mundo.

Pero si queremos ahondar en el pensamiento del Comandante en Jefe sobre estas colaboraciones, en artículos como La Colaboración Médica Internacionalista en el pensamiento de Fidel, podemos encontrar que esta idea hasta surgió ya mucho antes del triunfo revolucionario de enero de 1959 con el programa de La Historia me absolverá, porque Fidel siempre pensó en los más pobres.

Muchas son las frases de este eterno líder de la Revolución cubana que encierran lo grandioso de esa iniciativa llena de solidaridad internacional. Podríamos mencionar sólo algunas como la expresada en la Clausura de la VI Cumbre de Países No Alineados, realizada en La Habana, el nueve de septiembre de 1979, cuando dijo; «Es imposible expresar cuán hondo hemos sentido las pruebas de amistad, las pruebas de solidaridad, las pruebas de apoyo que hemos recibido de muchos de ustedes. ¡Cuánto nos estimula a seguir luchando, a seguir combatiendo, a seguir practicando la solidaridad, a seguir practicando el internacionalismo! Porque todo lo que se haga por los demás, todo lo que se haga por otros pueblos, todo lo que se haga por la humanidad, es lo que puede dar sentido a la vida de un revolucionario. Es lo único que nos permite poder sentirnos miembros de la familia humana».

En otro momento significativo como en la inauguración de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en La Habana, el 15 de noviembre de 1999 señaló; «Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano».

Pero sin dudas la fecha más importante en que Fidel hablara de este tema fue en la creación del Contingente Internacional de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias Henry Reeve, en La Habana, el 19 de septiembre de 2005 durante la graduación nacional de estudiantes de Medicina.

Allí expresó, «Ratificamos la decisión de crear hoy, 19 de septiembre del 2005, el Contingente «Henry Reeve». […] A esta gloriosa organización, la primera de su tipo en la historia de una humanidad cada vez más requerida de cooperación y solidaridad, podrán ingresar jóvenes latinoamericanos y caribeños graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina, incluidos ciudadanos norteamericanos que estudian en ella. […] Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas. […] Hay que formar los médicos que requieran los campos, las aldeas, los barrios marginados y pobres de las ciudades del tercer mundo… Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte».

Hoy muchos son los intentos por desacreditar esta idea que sólo ha llevado salud y la salvación de muchas personas en el mundo que ni siquiera tenían servicios médicos básicos elementales. Pero nuestros profesionales se crecen y vencen todos las barreras, incluso como dijera Fidel, idiomáticas, sacrificios, peligros ú obstáculos.

Cuando en la actualidad el mundo se mueve por una pandemia causada por la COVID-19, nuestros  médicos siguen cultivando amor en varios rincones del mundo contra el  nuevo coronavirus Sars-Cov-2, una acción que nadie lo hecho para arrancarle de la muerte las vidas de miles de seres humanos. Por eso más de 70  organizaciones apoyan la entrega del Premio Nobel de la Paz para los médicos de Cuba, una petición que se está haciendo muy frecuente.

Es hermoso ver cómo mientras la Covid-19 desmantela la fachada de algunas administraciones, los médicos cubanos siguen demostrando su grandeza humana sin ser sometidos por ningún régimen. Así expresa un artículo publicado por Prensa Latina donde demuestra que estos hombres y mujeres permanecerán en tierras extranjeras de tres a seis meses, en dependencia de las condiciones de cada territorio, para evitar más muertes y contagios a causa de la pandemia.

Por eso nuestros aplausos serán cada día más fuertes para ellos siempre a la hora del cañonazo habanero. Y nuestro agradecimiento será total porque este gran ejército de las batas blancas, como los bautizara Fidel, sigue llevando nuestra bandera a lo más alto del podio que muestra los principios de la solidaridad y que nos enorgullece con el mayor premio que podemos darle al mundo que es la salvación de una vida humana. Gracias Fidel por esta humilde y grande misión.