Complejo recreativo zoológico de Manzanillo en tiempos de COVID (+Fotos)

El complejo recreativo zoológico de Manzanillo transformó su cotidianidad en tiempos de COVID-19 //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Julio 29.- Casi todos lo conocemos como el parque infantil Bartolomé Masó, hoy las nuevas generaciones que irán creciendo sabrán que ahora es el complejo recreativo zoológico de Manzanillo, un lugar que en la actualidad ha transformado su cotidianidad debido a la pandemia que enfrentamos por el nuevo coronavirus Sars-Cov-2.


En este sitio que poco a poco transforma su imagen atendiendo las nuevas líneas de trabajo, no se han detenido las labores de remodelación y en especial la atención diaria de los animales resguardados en cautiverio que se exhiben al público.


En el período en que enfrentamos la COVID-19 las condiciones de trabajo son otras, así lo manifiesta Hilda Rivero Frómeta, jefa de la sección del capital humano del centro quien asegura que de los 70 trabajadores la mayoría están laborando a distancia y otros acogidos al 60 por ciento en sus hogares.

Hilda Rivero Frómeta //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


«Con los obreros que están vinculados directamente aquí en el parque los ubicamos en la atención a la población, pues a pesar de ser un centro recreativo también prestamos servicios gastronómicos en varios puntos de venta, uno directamente dentro del parque, y los demás cuando es necesario en los diferentes barrios del territorio», señaló la directiva.


La especialista aclara además que en este período de pandemia «en el área del bienestar animal contamos con tres hombres que se encargan de atender los diferentes ejemplares de especies, y en la sección del desarrollo el ingeniero forestal se encarga de la reparación y embellecimiento del parque para que, cuando reabra sus puertas al público tenga una buena imagen.


En estos últimos meses nos hemos enfocado a reparar las jaulas, la estrella que está dañada y todos los equipos de diversión del centro», dijo Rivero Frómeta.

En complejo recreativo zoológico cuenta con un ranchón para disfrutar de la gastronomía //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
El parque va transformando su imagen //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
La estrella también recibe una reparación //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En el parque se reparan sus equipos de diversión en este tiempo de pandemia //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Una brigada de cuentapropistas reparan el parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Una brigada de cuentapropistas reparan el parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Una brigada de cuentapropistas reparan el parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Una brigada de cuentapropistas reparan el parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Una brigada de trabajadores cuenta propistas restauran el lugar, mientras los médicos veterinarios continúan atendiendo a los animales, una labor preferida por ellos. Así lo asegura el técnico medio en esa especialidad Luis Quintero Vega quien es el jefe de la sección del bienestar animal.

Luis Quintero Vega //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


«En este tiempo le damos la atención necesitada a las diferentes especies, todas tienen la comida que llevan cada una de ellas, los carnívoros, las aves, los reptiles, con carnes, pienso y frutas».


Para cumplir con la dieta de los animales aquí se reciben los abastecimientos de varias unidades. «Estos alimentos vienen de los desperdicios del combinado cárnico local, y el pienso asignado por nuestra empresa Nacional, mientras que las frutas, los vegetales y las viandas las obtenemos mediante los contratos con las cooperativas campesinas de la provincia», detalló Quintero Vega.


Todos cuentan con una buena salud y aquí por la falta de medicamentos los veterinarios del lugar buscan alternativas para mantener la vitalidad de cada uno de estos animales. «Usamos opciones con plantas medicinales y así resolvemos curarlos sobre todo el parasitismo, que es lo que más les ataca en este lugar», dijo Luis.

Los animales están bien cuidados en este parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Los animales están bien cuidados en este parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Los animales están bien cuidados en este parque //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


La visita a este sitio motivó entonces mi intercambio con este veterinario sobre cuánto beneficiará la Ley del Bienestar Animal para todas las especies que aquí tenemos. «Con esta ley los animales se favorecen muchísimo porque ahora debemos velar por su hidratación, alimentación y las condiciones adecuadas en sus recintos, una mejoría considerable para ellos.»


Su implementación requiere de un compromiso mayor de este grupo de profesionales, «pues nuestro encargo es hacer cumplir todos los decretos que se emitan a favor del cuidado y la protección de nuestros animales».


Y esta opinión se evidencia cuando me confiesa lo que representa para ellos cada uno de estos ejemplares, «para nosotros estos animalitos son como si fueran un hijo más nuestro, porque trabajamos con amor para ellos, y por eso estudiamos esta especialidad porque nos gustan los animales», señaló Quintero Vega.


En este complejo recreativo también se vela por la continuidad del relevo de los especialistas que aquí laboran. Hilda agrega que aquí «contamos con un joven adiestrado recién graduado como técnico medio en veterinaria que se siente satisfecho con la atención que le damos, él va rotando por las distintas áreas y se muestra contento con la labor que realiza en nuestro parque».


Este muchacho se llama Marcos Rafael Gómez Fonseca, tiene 18 años, se graduó en el Instituto Politécnico Agropecuario (IPA) Enrique Vilar Figueredo. Es de poco hablar y vence su miedo escénico para confesar que se siente «completamente a gusto con la excelente atención que me brindan mis colegas aquí».

Marcos Rafael Gómez Fonseca //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Dice que estudió la carrera porque «me gustan los animales, y atenderlos es ver un modo de vida diferente, porque aquí percibo cómo se siente uno a gusto con estos ejemplares y por supuesto lo feliz que se puede hacer con este trabajo. Aquí practico todo lo que aprendí, como la extracción de sangre, su atención a la alimentación y en la prevención de enfermedades en el cuidado de su salud.


Compartir con otros médicos con mayor experiencias me brinda más oportunidades para crecer pues repaso lo aprendido y con ellos me siento más seguro a la hora de realizar cualquier actividad con los animales», dijo el joven que seguirá superándose porque ya la dirección de este parque le gestionó una matrícula en la Universidad de Granma (UDG) donde se licenciará como médico veterinario.

El joven técnico medio en veterinaria se siente a gusto con su trabajo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Otras de las transformaciones que tiene el complejo recreativo zoológico de Manzanillo están relacionadas con la humanización del trabajo y las mejoras para preservar los alimentos para los animales.


«En nuestro parque contamos con dos neveras, una para la congelación y otra para conservación de los alimentos. Esta última es para mantener la comida en buen estado de la masa animal, y la primera es para los servicios gastronómicos porque esos alimentos no se pueden mezclar.

El centro cuenta con dos neveras para la conservación y congelación de los alimentos del complejo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


También en este tiempo de pandemia nos facilitaron un motor como medio transporte para garantizar las gestiones de los alimentos con las empresas que tenemos contratados, algo que es muy útil por ahora hasta que la empresa pueda asignar otro medio», concluyó Rivero Frómeta.


Así van transcurriendo los días en este sitio, entre la esmerada atención y protección de las especies que aquí se exhiben, también el cuidado de la salud de sus trabajadores y la reparación del lugar para que se vea más elegante al reabrir sus puertas.


Este sin dudas seguirá siendo el lugar de excelencia y el preferido de la familia para la recreación, en especial para los pequeños de casa, y aunque ahora haya cambiado su nombre, para todos continuará siendo el parque Masó.