
Cada 24 de febrero se celebra en Cuba el Día del Comunicador, en recordación a la primera transmisión oficial de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, en el 1958, realizada por el Comandante Ernesto Che Guevara.
Aquella primera transmisión duró 20 minutos, y en esa ocasión no se identificó la emisora como sería habitual; con el estremecedor «…Aquí, Radio Rebelde…»
Refiere la enciclopedia colaborativa Ecured que lo primero que salió al aire fueron las notas del Himno Invasor, el primer parte de guerra del Combate de Pino del Agua y otras acciones de la columna del Che.
El Capitán Luis Orlando Rodríguez redactó y leyó un editorial relacionado con las efemérides del 24 de febrero y la fundación de la emisora, la primera emisión salió desde Alto de Conrado en la Sierra Maestra.
A partir de ese instante, la emisora se convertiría en una valiosa arma al servicio de la Revolución, una vez que facilitó al pueblo tener conocimiento relativos a la insurrección, al tiempo que constituyó eficaz instrumento de la lucha ideológica en la formación de la conciencia revolucionaria.
Otros radioaficionados facilitarían, al unísono, la coordinación para la entrega de heridos y prisioneros por parte del Ejército Rebelde, así como las informaciones relacionadas con los movimientos de la tiranía batistiana.
Bajo los mismos preceptos revolucionarios y patrióticos de ese entonces, y con la convención de preservar las conquistas logradas tras el enero victorioso de mil 959, los comunicadores en esta isla antillana asumen el desafío de ser voz e imagen de su pueblo, teniendo como premisas a la verdad, el respeto a los diferentes públicos, y la perspicacia, ética y profesionalidad.
Pero, en un país en el que se trabaja con prioridad por el conocimiento, la superación y el desarrollo cultural de los diferentes grupos etáreos, estos profesionales de la palabra deben ser insaciables cuando se trate de dotarse de todas las herramientas posibles de aprendizaje, investigación, argumentos y razonamientos lógicos que convenzan, y se sustenten en los principios que rigen la sociedad en que vivimos
En este empeño, hay que tener en cuenta que esta rama abarca un espectro más amplio al incluir el estudio de las formas de comunicación, la producción de contenidos y la gestión de la información en diferentes ámbitos.
Es así que, en momentos en que el acceso a la información se hace cada vez más viable con la era de internet, al tiempo que se generan falsas noticias por medios alternativos y ciertos individuos, la comunicación demanda de mayor sistematicidad, armonía y veracidad ante los diversos públicos.
Por lo que, quienes asumen la misión de comunicar en los diferentes medios de difusión masiva, y en otras instituciones u organismos, cual soldados de la palabra al servicio de la Patria, están llamados a la defensa permanente de la historia nacional, sus protagonistas, las tradiciones e identidad, en aras de mantener y contribuir con la consolidación de la Revolución, conscientes de que un mundo mejor es posible.
En momentos en que esta isla antillana ya cuenta con una la Ley de Comunicación, válido resulta reflexionar, además, en torno al deber que tienen las fuentes autorizadas con la información necesaria, oportuna e inmediata al pueblo, y sobre el respeto a las diferencias en todos los ámbitos de la comunicación.
Ante las difíciles circunstancias que enfrenta el país en la actualidad en los órdenes económico y electronergético, que impiden un mayor acceso a la información, los comunicadores están llamados a la búsqueda de las vías y métodos más idóneos, con la inteligencia, audacia y compromiso que los distingue, para que no falte el mensaje certero y pertinente al pueblo al que representan.