La Habana, 30 ago (ACN) La velocista cubana Omara Durand inició hoy su cosecha dorada en los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde conquistó el título de los 400 metros (m) del atletismo, categoría T12 (débiles visuales profundos).
Durand, junto a su guía Yuniol Kindelán, dominaron de principio a fin esa carrera para imponerse con tiempo de 52.58 segundos, su mejor marca de la presente temporada, más rápida que los 55.33 segundos con los que ganaron el heat 2 de la primera ronda.
Hace cinco años en Río de Janeiro 2016 ambos establecieron récord mundial en esa especialidad con tiempo de 51.77 segundos para llevarse la presea dorada, por lo que estuvieron bastante cerca de ese crono.
Con ese resultado, la laureada paraatleta de Cuba suma seis metales áureos en ese tipo de eventos y sigue sin perder una carrera desde hace más de 10 años, sin dudas toda una hazaña digna de elogios.
Ahora en la capital japonesa ya reeditó la corona en la vuelta al óvalo e intentará hacer lo mismo en los 100 y 200 m, para agenciarse tres oros al igual que en la urbe carioca.
En la final de este lunes escoltaron a la veloz santiaguera la ucraniana Oksana Boturchuk (55.33) y la venezolana Alejandra Paola Pérez (57.06), ganadoras de los premios de plata y bronce, en ese orden, según el sitio oficial de la competencia.
También en la jornada la delegación cubana festejó el inesperado título del jovencito Robiel Yankiel Sol Cervantes, quien triunfó en el salto largo con récord paralímpico de 7.46 m.
Con solo 18 años, Sol Cervantes subió a lo más alto del podio de premiaciones de esa prueba del atletismo en la categoría T46 (afectado miembro superior), para dar la gran sorpresa ante rivales de mayor experiencia y rodaje competitivo.