De la Cumbre del G-20

Los líderes de las 20 principales economías del mundo aseguraron que no escatimarían esfuerzos en entregar fármacos, pruebas y vacunas contra la COVID-19 a «todas las personas».

Tanto la pandemia como las perspectivas de una recuperación económica desigual e incierta ocuparon espacios en el debate de una cumbre virtual de dos días bajo la presidencia de Arabia Saudita, que entregará la presidencia del G20 a Italia el próximo mes.

El anuncio del encuentro, sin dudas, requerirá de voluntad política por parte de los integrantes de ese foro.

Ha de tenerse en cuenta que la economía mundial se ha contraído como resultado de las medidas para contener la propagación del virus las cuales detuvieron el transporte y el comercio durante largos períodos de tiempo.

Tras finalizar el encuentro, la canciller alemana Angela Merkel dijo estar preocupada porque aún no se ha hecho nada concretamente para asegurar la vacunación en los países pobres. «Me preocupa que no haya negociaciones», dijo Merkel tras la reunión del grupo.

La UE y Estados Unidos están ya muy avanzados en la obtención de vacunas para sus poblaciones, pero la iniciativa Covax del G20 aún no está lista.

«Lo más importante ahora es que Covax use el dinero que tiene para negociar con los fabricantes de posibles vacunas», dijo Merkel. «No hay suficiente dinero en la cuenta», agregó.

Las intervenciones

Xi Jinping, en la XV cumbre del Grupo de los 20

Los comentarios del presidente chino, Xi Jinping, en la XV cumbre del Grupo de los 20 (G20) han sido constructivos y de importancia práctica y transmiten un mensaje de esperanza, además de ofrecer soluciones a los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, según varios expertos.

En su discurso Xi presentó una serie de propuestas para el papel del Grupo de los 20 en el orden internacional y la gobernanza global posterior a la COVID-19.

La contribución de Xi al G20 es parte de una visión a largo plazo sobre «un orden mundial más justo, más unido, más eficaz y más sostenible», declaró a Xinhua el director ejecutivo de la Madariaga-Fundación del Colegio de Europa, Pierre Defraigne.

En tanto, Donald Trump utilizó su última cumbre del G20 para defender su decisión de retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París, una medida que entró en vigor el 4 de noviembre, un día después de las elecciones presidenciales.

Trump abandonó la reunión del G 20 para poder irse a jugar al golf a Virginia.

Por su parte, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, afirmó durante su intervención que “en América Latina el tiempo del fin del patriarcado ha empezado”, y señaló que “el empoderamiento de las mujeres resulta un imperativo moral y ético”.

Y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso exoneraciones de deuda a países pobres. El mandatario se enfocó en realizar propuestas económicas. Y es que la crisis económica que precipitó la pandemia afectó la actividad productiva y el crecimiento disminuyó en una proporción sin precedentes en los últimos 90 años. Por ello, aunque no contratamos deuda nacional, la consecuente pérdida de riqueza elevó la deuda pública de nuestro país de 44.8% a 51.1% del PIB nacional, aseguró el mandatario.

Reclamos previos

Según IPS, líderes de movimientos juveniles y sindicatos estudiantiles demandaron a las naciones más ricas del mundo que corrijan la respuesta global contra la covid-19, a la que calificaron como increíblemente desigual, sobre todo en el caso de los niños y adolescentes más vulnerables del mundo.

Los líderes juveniles se reunieron en un foro especial previo a la Cumbre del G20.

El encuentro, realizado también por videoconferencia, bajo el título de Una Participación Justa para Nuestro Futuro, fue organizado por la Campaña 100 Millones, una iniciativa del activista indio Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz 2014, que busca mejorar la vida de la infancia y la juventud.

La lideresa del sindicato estudiantil brasileño Rozana Barroso dijo que para muchos estudiantes en su país, el hambre aumenta a medida que se amplía la brecha digital.

“El presidente Jair Bolsonaro ignora la exclusión digital de los jóvenes que no tienen acceso a Internet”, subrayó, lo que agudiza el problema porque no se establecen soluciones coyunturales y de mediano plazo.