El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este lunes los resultados de la inédita consulta popular de ayer, en la que el 97 por ciento de los participantes votó a favor de esclarecer las decisiones políticas tomadas en años pasados.
Para el partido de López Obrador, MORENA, y sus simpatizantes, significa enjuiciar a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
López Obrador felicitó hoy a la ciudadanía por participar en el referendo del domingo, destacó que es la primera consulta constitucional que se realiza en la historia de México y consideró que es el inicio formal de un proceso de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa.
En conferencia de prensa, López Obrador descartó que ese ejercicio haya sido un fracaso, debido a que votaron solamente seis coma seis millones de los 37 millones de mexicanos habilitados para sufragar, lo que representa el siete coma siete por ciento el padrón electoral.
Se necesitaba que participara por lo menos el 40 por ciento del padrón, para que los resultados fueran vinculantes, es decir, para que efectivamente se abriera la puerta a investigaciones penales en contra de los cinco antecesores de López Obrador.
Para demostrar la trascendencia de esa consulta, López Obrador precisó que tuvo el nivel más alto de participación de ejercicios anteriores, pues en 1993 se realizó un plebiscito de reforma política del Distrito Federal, que hoy es la Ciudad de México, y solo votaron 330 mil 812 personas.
López Obrador citó también a los más de dos millones de ciudadanos que se pronunciaron en 1999 contra el fraudulento rescate bancario conocido como Fobaproa, pero no les hicieron caso.
Entre tanto, en el 2018 se llevó a cabo una consulta para cambiar la sede del nuevo aeropuerto internacional, en la que participaron poco más de un millón de personas.
Sobre la votación de ayer, López Obrador advirtió que lo importante es que se echó a andar un proceso democrático para que nadie se sienta un intocable absoluto en ningún nivel, para que no se deje de respetar al pueblo.
«La próxima vez van a participar muchos más ciudadanos y esta práctica se va a ir convirtiendo en un hábito, en una cultura, eso le vamos a heredar a las nuevas generaciones. Por eso estoy contento por los resultados», remarcó el mandatario mexicano, quien comentó que antes se hablaba mucho de la democracia participativa, pero era mera demagogia, porque no se llevaba a la práctica una forma de gobernar que le preguntara al pueblo.
López Obrador propuso el año pasado la consulta para que la ciudadanía decidiera si quería que sus antecesores fueran investigados y, eventualmente, enjuiciados, aunque el propio mandatario anunció que votaría en contra para que no se le acusara de buscar venganza contra los cinco ex presidentes.
Uno de los problemas que afectó la convocatoria de ese ejercicio fue que la Suprema Corte de Justicia avaló su realización, pero en vez de redactar una pregunta concreta, acordó una frase larga, inentendible y confusa que fue motivo de debate hasta el último momento.
El Gobierno de López Obrador y los activistas que promovieron la consulta, también denunciaron las trabas impuestas por el Instituto Nacional Electoral y el silencio de la mayoría de los medios de comunicación que no convocaron a la gente a sufragar.
Los promotores de la iniciativa reiteraron que, como habían dicho desde el principio, la votación del domingo era un punto de partida, no de llegada, puesto que ahora promoverán la creación de un Tribunal de los Pueblos que juzgue los crímenes de los pasados gobiernos mexicanos.
Además de hechos de corrupción, a Carlos Salinas se le enjuiciaría por el fraude electoral de 1988, a Ernesto Zedillo por el rescate a los banqueros en la crisis económica de 1994, a Vicente Fox por la represión a las protestas por el llamado caso Atenco, a Felipe Calderón por el saldo fatal de su llamada “guerra contra el narco” y a Enrique Peña Nieto por el caso Ayotzinapa, la desaparición de 43 estudiantes normalistas en el estado de Guerrero, con la complicidad de policías vinculados al crimen organizado.
El referendo de ayer en México representó un antecedente favorable con miras a la consulta de revocación de mandato que se realizará en marzo de 2022 para que la ciudadanía decida si quiere que Andrés Manuel López Obrador continúe o no como presidente, cargo que constitucionalmente debe cumplir hasta diciembre de 2024.