Cada 31 de mayo, el mundo se une para conmemorar el día mundial sin tabaco, una fecha que invita a la reflexión sobre los efectos devastadores del consumo de tabaco en la salud pública.
En Cuba, donde el tabaco es parte de nuestra cultura y economía, esta jornada cobra un significado especial, ya que nos brinda la oportunidad de evaluar nuestros hábitos y fomentar un cambio positivo en nuestra sociedad.
El tabaco es responsable de más de 8 millones de muertes al año a nivel global, y aunque en nuestro país se implementan políticas para reducir su consumo, aún queda mucho por hacer; la promoción de espacios libres de humo, la educación sobre los riesgos asociados al tabaquismo y el apoyo a quienes desean dejar de fumar son pasos fundamentales que debemos seguir fortaleciendo.
Es crucial recordar que el tabaquismo no solo afecta a quienes lo consumen, sino también a quienes los rodean; el humo de segunda mano es igualmente perjudicial, y la protección de nuestros niños y jóvenes de esta exposición es una responsabilidad colectiva; la salud pública debe ser una prioridad, y cada uno de nosotros puede contribuir a crear un ambiente más saludable.
Este día mundial sin tabaco, instamos a todos los cubanos a reflexionar sobre sus hábitos y considerar la posibilidad de dejar el tabaco, para aquellos que ya han tomado la decisión de abandonar este hábito, es esencial contar con el apoyo necesario, ya sea a través de programas gubernamentales, grupos de apoyo o iniciativas comunitarias.
La lucha contra el tabaquismo es un compromiso que debemos asumir con seriedad; como nación, tenemos la oportunidad de construir un futuro más saludable para las próximas generaciones, el tabaco no solo daña nuestra salud, sino que también limita nuestro potencial como sociedad.
Unámonos en este esfuerzo por un país donde la salud y el bienestar sean una realidad accesible para todos. Hoy, celebremos este día con acciones concretas que nos acerquen a un futuro más saludable y libre de humo.