Discoteca de la tarde, 50 años de música y vida (+Video)

Orestes Ernesto Remón Saborit, responsable de la dirección y conducción de este espacio radiofónico actualmente // Foto Denia Fleitas

Suenan las campanadas que anuncian las dos de la tarde, y los amigos y amigas de la radio manzanillera, amantes de la canción o no, se unen a la sintonía. Comienza ya el espacio de “la música que le gusta a nuestro pueblo”.

Al compás del mambo, de Dámaso Pérez Prado, advierte la llegada puntual a una cita con lo mejor del pentagrama musical del mundo, y en especial de esta riquísima Isla, porque está comenzando desde los estudios de Radio Granma, la Discoteca de la tarde.

Auténtica y melodiosa, arriba a su aniversario 50 este 15 de septiembre, con el orgullo de estar en la preferencia, porque como afirma mi vecina Rubí, «te hace ir y venir en el tiempo, emerger los recuerdos, despertar sensaciones que solo nacen con la buena música de ayer, de hoy y siempre».

Justo eso la mantiene allí, añeja pero con sabor a presente, enraizada en la programación de la casa radial, en los oídos y corazón de la audiencia, en el ansia de los creadores del arte de combinar sonidos y ritmo para narrar y cantar al pueblo.

Mirian Labrada // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)
Mirian Labrada // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)
Ramón Andino Luján // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)
Ramón Andino Luján // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)
José Luis (Pepe) García Barbán // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)
José Luis (Pepe) García Barbán // Foto Archivo Marlene Herrera (Archivo)

Con la huella indeleble de realizadores radiofónicos como Mirian Labrada, Ramón Andino Luján, José Luis (Pepe) García Barbán, es una especie de caja musical que atesora las aristas de esta forma expresiva por excelencia, y ofrece a sus escuchas la obra, el quién, cuándo, cómo y dónde de ella.

“Fue con estos reqalizadores con quienes aprendí, y llevo diariamente los conceptos que me enseñaron, mañas de la radio que no fallan: tratar de ser igual pero diferente, acercando a las personas cosas interesantes, nuevas, que le aporten y alimenten”, asevera Orestes Ernesto Remón Saborit, responsable de la dirección y conducción de este espacio radiofónico.

Bajo ese precepto “fuimos educando a las personas, para buscar adeptos, seguidores, que reconocieran que entre dos y cuatro de la tarde, de lunes a viernes, hay un programa de música, que pone música excelente, como versa un spot: de la mejor factura, porque lo mejor siempre se impone”.

La magia, asegura, desde los primeros tiempos ha estado en difundir el hacer de los artistas desde la novedad, “no lo que otros ponen en sus programas, seleccionarlo de una discografía y decirle a las personas los valores de cada pieza musical”.

Orestes Ernesto, con 25 años de entrega a su hacer entre géneros y ritmos // Foto Marlene Herrera (Archivo)
Orestes Ernesto, con 25 años de entrega a su hacer entre géneros y ritmos // Foto Marlene Herrera (Archivo)

Su forma original de informar y saludar al pueblo, la selección y disposición de las melodías, le hizo merecer en 2015 el premio provincial de radio a la Excelencia artística junto a su locutor Orestes Ernesto, con 25 años de entrega a su hacer entre géneros y ritmos, donde las composiciones del pentagrama cubano imperan y se realzan todos los días.

Dicha identidad nacional y del terruño, fue defendida en su tiempo, detrás de los micrófonos, por locutores como Juan Elías Escalona Martínez, Luis y Marlon Alarcón Santana, Félix Carbonell Torres, en el sistema antiguo de trabajo cuando todos hacían los programas de la planta; y más próximo en el tiempo Maximiliano Enrique Rivero Bertot, de quien Orestes Ernesto asegura “no podrá negar que ama a la Discoteca de la tarde”.

Y tiene razón, Marzo Enrique lo demostró mientras mostraba a esta periodista los reportes que guarda con recelo de la producción musical de años como 1986, 1995, y con anécdotas de sus vivencias cuando entrevistó y radió por las frecuencias manzanilleras a grandes de la cultura nacional como Omara Portuondo, Elena Burque.

Maximiliano Enrique Rivero Bertot: Es un grato recuerdo, ilusión que nos llevamos hasta el último aliento de la vida // Foto Archivo RG
Maximiliano Enrique Rivero Bertot: Es un grato recuerdo, ilusión que nos llevamos hasta el último aliento de la vida // Foto Archivo RG

“La Discoteca de la Tarde era para mí la vida misma, por razones como el contacto que tenía directo con los oyentes que es vital para cualquiera que trabaje en la radio; porque es la forma de nutrirse, saber si fuiste capaz de introducirte en el ánimo y corazón de los oyentes. Es un grato recuerdo, ilusión que nos llevamos hasta el último aliento de la vida”.

Con lo que coinciden otros imprescindibles dentro del colectivo, los sonidistas, que le ponen el toque final a estos 118 minutos. Los de ayer, como Ramón Suarez Guerra, y los de hoy: Lázaro Santiesteban y su titular por 20 años Andrés Aranda Lastre, de quienes alega Orestes Ernesto: “son a veces la memoria del director y locutor, con capacidad para encontrar el tema que solicites, la mano derecha del programa; pues conocen la música, se convierten en fanáticos acérrimos de ella al punto de que le entre por los oídos y la vean con sus colores para ponerla a las personas”.

Otro de los méritos de este tiempo radio es ese privilegio de poner en sus micrófonos las voces de músicos de talla nacional e internacional como Orlando Valles (Maracas), José Luis Cortés, José María Vitier, Ricardo Leyva, Leo Vera, Liuba María Hevia, Rafael Lay, Oderquis Revé, David Calzado, Wilfredo Pachi Naranjo, Cándido Fabré, y los artistas de la ciudad, quienes la defienden porque es como la casa de los músicos manzanilleros.

A todos esos virtuosos, las gracias por dar armonías a la Discoteca y al pueblo que les disfruta a través de las ondas hertzianas, así como a quienes con pasión y entrega incondicional a este medio de comunicación, y desde el conocimiento profundo de este arte musical, la sugerencia, la complicidad y cercanía al radioescucha, hacen perdurar esta suerte de regalo sonoro.

A sus 50 años, la Discoteca de la tarde continúa siendo invitación para deleitarse,  en un tiempo radio que espera a sus amigos y amigas, dice el locutor, “de lunes a viernes, entre dos y cuatro de la tarde, para celebrar años y más años de música, años y más años de vida, porque la música es vida, porque nosotros sin ustedes no somos absolutamente nada”.

Andrés Aranda Lastre, 20 años como sonidista de la Discoteca de la tarde // Foto Denia Fleitas
Andrés Aranda Lastre, 20 años como sonidista de la Discoteca de la tarde // Foto Denia Fleitas
"De lunes a viernes, entre dos y cuatro de la tarde, para celebrar años y más años de música, años y más años de vida, porque la música es vida, porque nosotros sin ustedes no somos absolutamente nada” // Foto Marlene Herrera (Archivo)
«De lunes a viernes, entre dos y cuatro de la tarde, para celebrar años y más años de música, años y más años de vida, porque la música es vida, porque nosotros sin ustedes no somos absolutamente nada” // Foto Marlene Herrera (Archivo)