Economía circular: usar todo y extraer el máximo valor

 A la explotación y el cuidado de los equipos de la Planta de Tabaco Reconstituido se le presta especial atención. Foto: Germán Veloz Placencia
A la explotación y el cuidado de los equipos de la Planta de Tabaco Reconstituido se le presta especial atención. Foto: Germán Veloz Placencia

Holguín.– El tabaco reconstituido –que se constituye en una fina capa compuesta por residuos de la producción de cigarros, en este caso polvo de las aromáticas hojas y la vena (ya triturada) que aquellas tienen en el centro, a los que se añade aglutinantes químicos que no alteran las características organolépticas de la hoja natural ni dañan la salud humana–, aportó a la empresa Lázaro Peña, al cierre de 2024, cerca de 169 toneladas de materia prima.

Por ese concepto, la industria dejó de comprar igual cantidad de toneladas de hojas naturales para la elaboración de la hebra (picadura) de los pitillos. Las cuentas corroboran que cada tonelada de ese material rehecho dejó una ganancia de 11 300 pesos.

Atribuir exclusivamente estos resultados a la existencia de tecnología de avanzada en la empresa, porque es la única del país en la que hay una planta productora de tabaco reconstituido, sería pasar por alto, injustamente, que la esencia de lo logrado la define la estrategia productiva en vigor.

Los directivos y trabajadores de la entidad aplican, progresivamente, con respeto y objetividad, principios de la economía circular, en la que prevalece el interés por mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible, y extraerles el máximo valor.

Si en ese modo de hacer aún tienen camino por recorrer en la eliminación de residuos a través de su uso, no se debe poner a un lado que, de un 1000 140 kilogramos generados el pasado año en los procesos productivos, solo un 10 % fue a parar a los vertederos.

LARGA CONTIENDA

«Nuestros procedimientos están en marcha desde la época anterior a la conceptualización de la economía circular. Entonces nos referíamos a producciones más limpias», describe Yamilé Sánchez González, especialista del Grupo de Normalización de la empresa.

La seriedad con que tomaron el asunto tiene huellas notables. En 2009, mediante la Oficina Nacional de Normalización, lograron certificar un proceso integrado –que satisface requisitos de normas cubanas en seguridad, salud y medio ambiente–, que identifica y clasifica todos los residuos que se generan directamente en la producción de cigarrillos y en las áreas de apoyo, para que su reutilización tenga un positivo impacto económico.

Hoy hay 28 identificados. De ellos, nueve se consideran peligrosos y son controlados bajo licencia ambiental por los especialistas de la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de la provincia.

«Antes de la inversión que nos dotó de la Planta de Tabaco Reconstituido, el polvo de las hojas procesadas y las venas de estas iban al vertedero o se empleaban parcialmente, a modo de prueba, en la confección de materia orgánica y de tabaquina, producto apropiado para combatir plagas que atacan cultivos».  

O sea, lo que fue desecho, ahora es un producto de alto valor comercial, porque también se vende a otras fábricas de cigarrillos del país. «Además, existe la intención de exportarlo», acuña Yamilé.

El tabaco natural que compran viene en tercios, es decir, bultos cubiertos con yaguas de palmas reales, amarrados con soga de manila, que es fina. Esta última se estuvo arrojando al vertedero durante un tiempo. Para evitar el derroche, fue creada una pequeña fábrica de sogas que opera sin gastos de salarios, porque está a cargo de un grupo de jubilados, quienes laboran diariamente cuatro horas. Las cuerdas que elaboran se presentan en tres grosores diferentes, y tienen nueve metros de largo. Son vendidas a empresas de la agricultura, sobre todo a cooperativas agrícolas y agropecuarias.

De acuerdo con Juan José Tamayo Hechavarría, uno de los jubilados productores de sogas, las mismas son muy demandadas. A la vez, revela que para las empresas de la agricultura que emplean la tracción animal, también confeccionan módulos que, además de las sogas, incluyen los frontiles que sirven para la sujeción de los yugos de las yuntas de bueyes. Esos artículos, definidos como almohadillas, evitan que las sogas dañen a los animales, son formados por paños de saco de yute y partes de las cuerdas de Manila.

Yamilé, en otra muestra de su permanencia al tanto de todo lo que ocurre con los residuos, explica que hace tres años, todas las yaguas se desechaban, aunque estuvieron ofertándolas a quienes desearan reciclarlas, sobre todo a artesanos, pero no hubo un resultado satisfactorio.

«Hoy, la misma empresa que provee los tercios, recupera casi el 75 %, sin dinero de por medio, porque el retorno se ha establecido como una norma del encadenamiento productivo entre las partes.

«La porción con la que nos quedamos se comercializa con entidades de la Agricultura, que la emplean para construir canteros o crear chozas u otras facilidades temporales en fincas y áreas productivas. Por estas acciones, en 2024 ni una sola yagua fue a parar a los vertederos».

Añade que los residuos de papel Marquilla, que es el empleado en la confección de la cajetilla, los venden a los establecimientos de la Empresa de Recuperación de Materias Primas. Pero, los del papel Velín, del que depende la confección de los cigarrillos Criollo, son destinados a la elaboración de bio-compost, porque tienen componentes apropiados para ello. El producto nutre cultivos en parcelas agrícolas del autoconsumo de la empresa o es vendido a otras entidades.

En la carpintería, los parles en desuso y los embalajes de madera de los equipos que entran a los almacenes se emplean tanto en las labores de mantenimiento interno de la empresa como en la confección de variados artículos.

Diosmanis Arencibia Bellet, quien labora allí hace más de una década, plantea que aprovechan el cartón prensado sobre el que llegan las pacas de papel Marquilla. Sirve para tableros de mesas y fondos de banquetas y sillas que elaboran. Asimismo, es el principal componente de los canastilleros que ofrecen a las trabajadoras embarazadas y a las mujeres en igual condición, que son familiares de los miembros de la empresa.

Las cunas también aparecen en la lista de ofertas, añade. Antes de concentrarse en la terminación del soporte del mosquitero de uno de esos valiosos muebles, elogia el cuidado con el que las secciones sindicales siguen la selección de las personas a las que les venderán a precios asequibles los productos.

En un puesto cercano labora Yosbanis Guerra Hidalgo. Su destreza la vuelca en la terminación de un clásico corral, que sirve de protección a niños pequeños.

Hace mucho tiempo que es práctica común utilizar las hojas de papel de oficina por ambas caras y, cuando esto se completa y no hay que destruir el contenido, porque no es asunto sensible, son enviadas a la casita infantil de la empresa, donde el personal docente las transforma en papel maché, para elaborar medios de enseñanza.

A la Empresa de Recuperación de Materias Primas venden cartón y papel de las envolturas de equipos, así como chatarra (electrónica, ferrosa y no ferrosa).  Es igual con los residuos de plástico, como los conos de ese material, en los que reciben el papel empleado en la confección de cigarrillos.

A LO PELIGROSO NO LE QUITAN LOS OJOS

Los residuos peligrosos son manejados con extremo cuidado. Por ejemplo, el aceite usado lo entregan a establecimientos de la Unión CubaPetróleo (Cupet).

Las baterías dadas de baja van a la empresa de Recuperación de Materias Primas, y los tubos de lámparas fluorescentes, tanto los de baja como los que se sustituyeron por los de tecnología led, ya no son almacenados en la entidad.

«Tan pronto nos enteramos de que el establecimiento de la Empresa de Grupos Electrógenos y de Servicios Eléctrico (Geysel) en Las Tunas posee equipamiento que permite extraer los vapores de mercurio que contienen y muele el vidrio y lo vierte en bolsas plásticas selladas, hicimos un contrato, de manera que resolvimos la situación. Ahora estamos esperando que la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental del Citma en Holguín nos informe el tiempo de almacenamiento del vidrio molido y el momento en que dejará de ser un desecho peligroso, para llevar lo a un vertedero adecuado».

Tienen previsto, adelanta Yamilé, el posible confinamiento de las placas iónicas de los detectores de humo, una vez que aquellas se pongan de baja, pues son clasificadas también como desecho peligroso.

En la industria Lázaro Peña han comprendido que el verdadero desarrollo industrial no reside solo en producir, sino en reintegrar, revalorizar y regenerar. Y lo hacen con respeto a la protección del entorno, posición que la ha hecho acreedora de varios reconocimientos, entre ellos, el premio de la Delegación Provincial del Citma correspondiente a 2024.

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