
Manzanillo. Agosto 1.- En el vibrante paisaje sonoro de la ciudad de Manzanillo, un programa se ha convertido en el compañero indispensable de las tardes estivales: Ecos del Verano. Nacido en el año 2021 como una respuesta creativa y necesaria en los tiempos complejos de la pospandemia, este espacio surgió para llenar el vacío dejado por el muy esperado Ecos del Carnaval.
Su misión desde el principio fue clara: ofrecer un espacio de esparcimiento y conexión para el pueblo manzanillero, aportando alegría y alivio después de un período difícil.

Actualmente, el programa vive un año de renovación bajo la dirección de Yoandris Ruiz Delgado, quien asume por primera vez las riendas de este proyecto veraniego. A su lado, las voces experimentadas de los locutores Rubiel Sánchez González y Nilda Baños García. Detrás de escena, la calidad técnica es responsabilidad de Alexander Labrada Leyva en el sonido, mientras que Ivet Aguilera Torres aporta su visión como asesora. Un elemento vital son Yosvani Mendoza Leyva y Jorge Méndez Ramos, quienes desde cabina gestionan el flujo constante de llamadas, puente esencial con la audiencia. De lunes a viernes, de 2:00 a 5:00 de la tarde, Ecos del Verano inunda el éter con su energía característica.
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«Actualmente le estamos dedicando días a la música cubana, y a los merengues que a los oyentes les gusta en esta etapa estival», explica el director Yoandris Ruiz, capturando la esencia del programa. «Sentimos que las personas necesitan esa energía que irradia la radio». Sin embargo, el camino no está exento de desafíos, pues Ruiz reconoce que “es un gran reto pues este es un programa que gusta mucho y tiene mucha audiencia. Este año, por las afectaciones eléctricas, no hemos podido hacer lo que queremos; solamente hemos podido salir de las paredes de la emisora en una oportunidad”.
A pesar de esto, el equipo mantiene la esperanza y la planificación: «Tenemos planes de ahora en agosto poder salir a las comunidades de Manzanillo, ya que esa interacción con el público es lo que le da sentido a este programa», agregó.
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La historia y filosofía de Ecos del Verano están marcadas por su propósito fundacional. Orestes Ernesto Remón Saborit, Director de Programas de Radio Granma y quien le dio seguimiento por varios años, lo define así: «Ecos del Verano se armó con la idea de mover al público radial, a través de participación de los oyentes, ideas que va incorporando el escritor, de poner en contexto el día y sus actividades alegóricas». Remón también recuerda el impacto inicial: «Fue muy chocante en un primer momento para la audiencia ya que sustituyó a un programa muy amado». Superar esa resistencia inicial fue el primer gran triunfo del programa.
Hoy, ese cariño se ha ganado con creces, la prueba está en el agradecimiento de Liduvina Muñiz, una oyente de 79 años cuya opinión resume el sentir de muchos: «Estoy muy conforme con el programa. Aunque a veces se ve dificultada, sabemos que hacen todo lo posible por acompañar todas nuestras tardes».
Este testimonio refleja la comprensión y el aprecio de una audiencia que reconoce en Ecos del Verano un esfuerzo genuino por alegrar sus veranos, convirtiéndolo ya en un clásico imprescindible de la radio manzanillera, un verdadero eco de la alegría.