Educación con luz propia, pese a los desafíos

Foto: Departamento de información y comunicación social Manzanillo
Foto: Departamento de información y comunicación social Manzanillo

Manzanillo. Septiembre 2.- Por estos días, el bullicio de mochilas, uniformes y voces infantiles vuelve a llenar las calles de la ciudad del Golfo, el curso escolar 2025-2026 comenzó, y con él, la esperanza renovada de miles de familias que, a pesar de las dificultades, apuestan por la educación como pilar esencial del proyecto social cubano.

En medio de una realidad marcada por limitaciones materiales, déficit de recursos y los molestos apagones que afectan la vida cotidiana, las escuelas del municipio abren sus puertas con la firme convicción de que el conocimiento no se detiene, horarios ajustados por la falta de electricidad impide que maestros y estudiantes se reencuentren con entusiasmo y compromiso.

Las autoridades educativas locales despliegan un esfuerzo admirable para garantizar el inicio del curso; se trazan estrategias para no detener el proceso docente educativo, se reorganizan grupos, docentes y activan alternativas comunitarias para suplir carencias.

Pero más allá de las medidas institucionales, el éxito de este curso dependerá, en gran medida, del acompañamiento activo de cada familia.

Hoy más que nunca, se requiere que padres, madres y tutores asuman un rol protagónico; la puntualidad, la asistencia diaria, el apoyo emocional y la colaboración con la escuela son esenciales para que nuestros niños y jóvenes puedan avanzar, incluso en condiciones adversas.

La educación no es solo tarea de maestros, es una obra colectiva que se construye desde el hogar, la comunidad y la voluntad de todos.

Manzanillo, ciudad de historia y cultura, vuelve a demostrar que la luz del saber puede brillar incluso cuando la corriente falta, porque educar en tiempos difíciles es también resistir, es sembrar futuro, es reafirmar que la escuela cubana sigue siendo faro y refugio.

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