El 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos

Siempre habrá un sitio para el pueblo que se pone en movimiento: en el poema épico, en la palabra sacra, en las canciones, en la oralidad que se multiplica en el tiempo. El levantamiento del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos, registra la cita gloriosa de la ciudad con la historia. 

La investigadora y profesora cubana María del Carmen Varela Piloto, recordó la permanente idea del líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, desde los preparativos de la expedición del yate Granma, de abrir dos frentes: uno en la zona oriental y otro en la región central, contando – dijo- con la conciencia de lucha de los cienfuegueros. 

La conocida historiadora sostuvo que para entonces había condiciones para una acción concertada en todo el país, con alzamientos en Santiago de Cuba, en Cienfuegos y en La Habana, a partir de los vínculos del Movimiento 26 de Julio con elementos dentro de la aviación, de la policía motorizada, y muy especialmente de la marina de guerra. 

María del Carmen Varela Piloto afirmó que aunque algunos pilotos lanzaron muchas bombas al mar, la aviación enemiga atacó indiscriminadamente la ciudad, con las subsiguientes bajas dentro de la población civil. 

Autora de numerosos artículos sobre la acción del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos, Varela Piloto significó su enorme magnitud, lo cual obligó a la tiranía a mover contra la Perla del Sur refuerzos desde Santa Clara, Matanzas, Camagüey, y la fortaleza de Columbia. 

En ese sentido, subrayó las masacres de revolucionarios a manos de la soldadesca batistiana, como la ocurrida en el último reducto rebelde en el colegio San Lorenzo, donde resistió el grupo del alférez de navío Dimas Martínez Padilla. 

La destacada historiadora recalcó la actitud de oficiales de la marina, como Dionisio San Román y Alejandro González Brito, torturados hasta la muerte tras su arresto, quienes jamás denunciaron a ninguno de los compañeros.