El Doctor Raúl Rodríguez y su pasión por cuidar la infancia

Foto: Samantha Cabrera
Foto: Samantha Cabrera

El Doctor Raúl Eduardo Rodríguez Macio, Especialista de Primer Grado en Pediatría con una trayectoria de 32 años en Manzanillo, rememora con afecto los cimientos de su vocación, una inclinación que surgió tempranamente durante sus años de estudio universitario.

«Desde que estaba en la universidad estudiando la carrera sentí esa inclinación por la pediatría y me acogí al movimiento de alumnos ayudantes desde segundo año de la carrera», recuerda el Dr. Rodríguez Macio, evidenciando un compromiso precoz con el mundo de la salud infantil.

Para el Dr. Rodríguez Macio, la pediatría trasciende la mera profesión; se ha convertido en un pilar fundamental de su vida. «Los niños se han convertido en lo más importante para mi vida», afirma con convicción. «Tratar con niños es algo especial, no solamente porque son niños pequeños que no hablan y muchas veces no saben manifestar lo que tienen, sino que verdaderamente es una profesión tan linda, tan maravillosa, tan preciosa que uno se enamora cuando salva una vida. Verdaderamente uno siente satisfacción por lo que hace». Sus palabras reflejan una profunda conexión emocional con sus pacientes y una genuina alegría al contribuir a su bienestar.

Sin embargo, la carrera médica también conlleva momentos difíciles y dolorosos. El Dr. Rodríguez Macio comparte con sensibilidad las experiencias adversas enfrentadas, especialmente durante sus casi 18 años de dedicación a la terapia intensiva pediátrica. «Cuando uno como médico tiene un fallecimiento es algo muy difícil, cuando alguien se nos muere en las manos, cuando verdaderamente uno quiere salvar esa vida pero se le escapa, uno hace todo lo que puede por sacarlo de la gravedad en que está, pues estuve trabajando casi 18 años en terapia intensiva, viví, y fue allí donde enfrenté ese tipo de cosas, y causa mucho dolor». Estas vivencias, aunque dolorosas, fortalecieron su determinación y su empatía hacia las familias que atraviesan momentos críticos.

A pesar de los desafíos, la pediatría le ha brindado al Dr. Rodríguez Macio inmensas satisfacciones, especialmente el reconocimiento y el agradecimiento de los padres. «Lo más agradable de ser pediatra es cuando te encuentras a un padre de algún paciente y me dice ‘usted me medicó, me salvó a mi niño’, eso es algo especial, es algo reconfortante y saber que hay personas agradecidas me hace amar más mi trabajo que es salvar vidas». Estas expresiones de gratitud son el motor que impulsa su labor diaria y reafirman el profundo impacto de su dedicación.

Con la autoridad de sus 32 años de experiencia, el Dr. Rodríguez Macio envía un mensaje alentador a las futuras generaciones de médicos. «La pediatría es lo más lindo que uno puede experimentar, que no tengan miedo, esto es algo que se aprende y que uno se apasiona por ella, es maravilloso». Sus palabras transmiten la belleza y la gratificación inherentes a la especialidad, invitando a otros a descubrir la profunda satisfacción de cuidar y proteger la salud de la infancia.

La trayectoria del Dr. Raúl Eduardo Rodríguez Macio es un testimonio de una vida dedicada con pasión y compromiso a la pediatría. Sus recuerdos de los inicios, su experiencia en la intensidad del cuidado crítico, y la profunda alegría que le brinda el agradecimiento de las familias, configuran un legado de servicio y amor por los niños que perdura en la comunidad de Manzanillo.

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