Existe un vínculo histórico entre los partidos que, en Cuba, han defendido la Patria y el trabajador, desde el entendido de que sin estos no puede haber estructura política alguna con proyección de futuro.
En los obreros, quienes constituyen parte significante de una nación, se fortalecen y comprenden plataformas programáticas e idearios de organizaciones que en la Isla defendieron conceptos cardinales como dignidad e independencia.
Del Partido Revolucionario Cubano al Partido Comunista de Cuba, tanto el de Mella y Baliño como fundamentalmente el actual, existe una interrelación dialéctica entre ambos elementos.
Nuestra organización política hoy día, en cuanto Partido de los trabajadores que resulta en la práctica, encuentra en el vínculo con esa masa la premisa sobre la cual se articulan los proyectos de la Revolución en la mayoría de los planos.
Representan nuestros científicos, médicos, constructores, agricultores, expresión, en sus distintos campos de acción, de la prédica militante de consolidar un socialismo próspero y sostenible.
La dirección del país y su Partido luchan encarnizadamente contra la pandemia. Y lo hace, entre otras vías, a través de sus especialistas.
Como afirmara el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, en el informe al 8vo. Congreso del Partido, «la respuesta del país ante la COVID-19 se ha caracterizado por el aporte de los científicos y expertos en el desarrollo de investigaciones e innovaciones, con la introducción inmediata de sus resultados dirigidos a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes.
Se trabaja intensamente en los ensayos clínicos de cinco candidatos vacunales que podrían servir para inmunizar a toda la población cubana y contribuir a la salud de otras naciones».
Durante el propio momento, Raúl llamó a estrechar aun más el vínculo con la masa trabajadora y la población, así como asegurar la participación creciente de los ciudadanos en las decisiones fundamentales.
Esa constituye una misión en la cual nuestros cuadros políticos y militantes precisan perfeccionar su trabajo cotidiano, mediante el contacto permanente con la base, relación establecida en tanto método de trabajo por la mayoría de nuestros cuadros, pero no todavía en su totalidad.
Al alcanzarse ese momento se habrá garantizado ese estadio superior, solo posible de alcanzar en una sociedad donde el Partido sea alma y espejo de su pueblo, como la nuestra