El Programa de Gobierno es determinante en la batalla económica para la construcción socialista

 El Programa concibe la actualización de los mecanismos de contratación y acopio de los productos agropecuarios. Foto: José Manuel Correa
El Programa concibe la actualización de los mecanismos de contratación y acopio de los productos agropecuarios. Foto: José Manuel Correa

El Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía –hilo conductor orientado a superar la compleja situación que enfrenta el país, condicionada por el recrudecimiento de un bloqueo sin precedentes– está integrado por diez objetivos generales y 106 específicos, todos interrelacionados entre sí. Por tanto, para el debate diario en la sociedad, se ha creado un sistema de trabajo que controla su implementación.

Así lo explicó Oscar Pérez-Oliva Fraga, vice primer ministro y ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), al intervenir en el espacio televisivo Mesa Redonda, y detalló que Cuba es un país de economía abierta, «altamente dependiente del comercio exterior, donde los dos rubros de mayor peso en nuestras importaciones son los combustibles y los alimentos».

Respecto al combustible, aunque el país aún depende en gran medida de las importaciones, «se están dando pasos para incrementar la producción nacional». En cuanto a los alimentos, Pérez-Oliva Fraga señaló que continúa importándose una serie de rubros que podrían producirse localmente: «Y esa es una de las batallas que estamos librando, precisamente para reducir las importaciones», es decir, sustituirlas, para, con las divisas que actualmente se destinan a la compra de alimentos, progresar en otras áreas estratégicas de la economía.

Otro de los pilares del Programa es avanzar en el redimensionamiento, desarrollo y gestión de la empresa estatal socialista, así como en la gestión estratégica para el desarrollo territorial, como parte del proceso de descentralización de competencias hacia los territorios, concediéndoles mayor autonomía en su gestión.

AVANZAR EN LA ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA

Un proceso de estabilización macroeconómica, subrayó Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación (MEP), «no es un proyecto ni un programa a corto plazo, y lograr esos equilibrios debe ir acompañado de observancia y disciplina».

Por ello, como parte de los resultados de la implementación de ese Programa, al cierre de octubre –dijo Alonso Vázquez– se logró reducir el déficit fiscal. 

«Este resultado representa un avance positivo, pues ese déficit se financia con emisión monetaria», y de ser desfavorable, ocasiona incremento de la masa monetaria en circulación, genera presiones inflacionarias, deprecia el peso cubano y reduce el poder adquisitivo.

Otra consecuencia de ese manejo fiscal, dijo, es que, este año, la cuenta corriente del Presupuesto ha sido superavitaria, lo que ha permitido contener la emisión monetaria. Esto significa que no se ha requerido emitir toda la cantidad de dinero que hubiese sido necesaria para financiar el gasto corriente ni la cuenta de capital –las inversiones ejecutadas con cargo al Presupuesto del Estado–», precisó el ministro.

No obstante, reconoció que «el déficit sigue siendo alto, y mientras se mantenga por encima del 5 % del Producto Interno Bruto, su financiamiento mediante emisión primaria resulta perjudicial para la economía».

En ese sentido, insistió en que «tenemos que buscar fórmulas que nos permitan avanzar sin que nadie se quede atrás: sin generar impactos sociales negativos y sin afectar a los trabajadores asalariados ni a los pensionados».

Paralelamente, se está perfeccionando el trabajo de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (onat), que presentaba diversas problemáticas. Para ello se aprobó una política de perfeccionamiento que, aunque no podrá implementarse de forma inmediata en su totalidad, incluye tareas y acciones que se irán complementando y fortaleciendo progresivamente, puntualizó el titular del MEP.

«Los precios crecen. Y una de las causas es el exceso de dinero en circulación. Si el déficit es muy grande y se financia con emisión primaria, sacando dinero para la calle, los precios van a crecer porque hay una demanda», afirmó.

Respecto al dinero en circulación, su mayoría se encuentra concentrado en una masa de personas o entidades muy reducida. «Y eso afecta macroeconómicamente, porque también distorsiona el equilibrio e influye en el incremento de los precios».

Además, llamó a crear incentivos para incrementar salarios y pensiones, con el fin de elevar la capacidad de compra de la población, mientras continúan las acciones para «seguir incidiendo en la reducción del índice de precios».

Asimismo, Alonso Vázquez alertó sobre las indisciplinas respecto a los precios establecidos, y afirmó que se han detectado más de un millón de violaciones en distintos sectores de la economía, lo que conlleva la imposición de multas y a «que se tomen decisiones sobre los responsables».

Acotó que se busca la convertibilidad del peso y conectar a los diferentes actores económicos; así como lograr un nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas.

PRODUCIR PARA SUSTITUIR IMPORTACIONES

El vice primer ministro Pérez-Oliva Fraga abordó de manera conjunta los objetivos generales 2 y 3, dirigidos respectivamente a «incrementar y diversificar los ingresos externos del país» e «incrementar la producción nacional, con énfasis en los alimentos».

Manifestó que, debido al bloqueo ejercido por Estados Unidos, debe tenerse en cuenta que «nuestro país no tiene acceso al sistema financiero internacional». Situación que se ve agravada a causa de la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo, y finalmente se traduce en «grandes afectaciones a las relaciones con instituciones financieras y bancarias» del exterior.

«Otro componente es la inversión extranjera directa, en la que no hemos logrado captar los niveles necesarios. Estamos totalmente insatisfechos con los resultados de este año en la implementación del programa» porque «no se ha podido obtener ni siquiera los ingresos planificados».

Pérez-Oliva Fraga añadió que, para garantizar ingresos en divisa, «lo primero que tenemos que hacer es producir», ya que hay varios rubros exportables que no se están elaborando, como el azúcar, el carbón vegetal y la miel.

En ese sentido, refirió la necesidad de sustituir importaciones. Este argumento tiene su base en que muchos de los productos que se están importando pueden producirse dentro de la nación, con calidad y a precios competitivos, pero, para lograrlo, es necesario que las empresas que los generen tengan una autonomía financiera con la que disponer de los recursos pertinentes en el momento oportuno.

«En cuanto a la producción nacional, el Programa concibe el perfeccionamiento y la actualización de los mecanismos de contratación y acopio de los productos agropecuarios». Aclaró que «la solución definitiva es incentivar la producción, incrementar la oferta y permitir que concurran en el mercado los distintos actores», para cumplir con la demanda de los clientes.

Entre tanto, sobre el avance «en el redimensionamiento, desarrollo y gestión de la empresa estatal socialista y los restantes actores económicos en su papel», aclaró que las metas principales son: «transformar el tejido empresarial, los esquemas de incentivos, las interconexiones entre los diferentes actores de la economía; y perfeccionar la institucionalidad, la atención, creación y evolución de todo el sistema empresarial cubano.

«El Programa de Gobierno procura que los actores de la economía –en un entorno macroeconómico favorable, con un mercado cambiario idóneo y un mercado mayorista para acceder a los recursos requeridos– propicie el desarrollo acelerado y sostenible en el tiempo de nuestra economía», concluyó el Vice Primer Ministro.

EN LAS ORGANIZACIONES DE BASE

Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado y jefe del Departamento Económico Productivo del Comité Central del Partido, explicó que el Programa constituye una herramienta táctica de planificación e implementación para gestionar la crisis. Responde a distorsiones críticas,

desequilibrios macroeconómicos e impactos externos severos. Se articula con lo aprobado para actualizar el modelo cubano, no lo sustituye, recalcó.

Por eso, subrayó, debemos construir, a la par, aseguramientos políticos y comunicacionales para implementar las acciones con las condiciones creadas, de acuerdo con la diversidad en la sociedad, en busca de generar los menores impactos posibles para que nadie quede atrás.

«Los cuadros desempeñan un rol fundamental y deben lograr estremecer. Hay que explicar el mercado cambiario; el mecanismo de gestión, control y asignación de la divisa; la participación popular; la democracia socialista; el papel de la militancia y los colectivos laborales».

Es un proceso fundamental porque determina la batalla económica, la construcción socialista unida a la conciencia, educación y movilización del pueblo.

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