
Manzanillo. Marzo 11.- En Manzanillo, el número de adolescentes embarazadas sigue en aumento, según datos de los centros de salud. El psicólogo Erick Santana Proenza, de los equipos básicos de salud pública, cuya especialidad se centra en los servicios a la población, señala que diversos factores psicológicos agravan esta situación.
Según Santana Proenza, aunque las causas son multifactoriales, la familia juega un papel fundamental. «Hemos trabajado en la Casa de Orientación para la Mujer y la Familia, en las comunidades y a través de talleres comunitarios, y la conclusión es que la educación familiar es clave, especialmente en Manzanillo», afirma.
«Las dinámicas familiares, las expectativas de vida, el impacto de la situación actual y los modos de afrontamiento influyen directamente en la adolescencia, una etapa ya compleja por la búsqueda de libertad e independencia. A veces, las adolescentes buscan escapar del control parental a través de relaciones con personas mayores, lo que contribuye al embarazo temprano».
«Otro factor preocupante es la aceptación de algunos padres ante el embarazo adolescente, a pesar de que la política del país no lo apoya». Santana Proenza también destaca la necesidad de rediseñar la educación sexual, buscando nuevas vías y métodos, y fortalecer la colaboración interinstitucional.
«A pesar de los esfuerzos y las donaciones de métodos anticonceptivos en 2024, debemos reinventarnos», concluye.
Este desafío no es exclusivo de Manzanillo. El embarazo adolescente sigue siendo una problemática persistente en Cuba. A pesar de los esfuerzos continuos y la implementación de programas, es evidente que se necesita una revisión y adaptación constante de las estrategias