El espíritu del movimiento paralímpico de Cuba renueva con paso firme sus pretensiones, abrazada a la luminaria de la saeta Omara Durand, para enfilar hacia la gloria en los Juegos de Tokio y anclar así entre los 30 primeros países del medallero.
En medio de un contexto adverso por el impacto de la pandemia de la Covid-19, la velocista Durand, cinco veces campeona paralímpica y recordista mundial en 100, 200 y 400 metros en la categoría T-12 (débiles visuales profundo), despunta con luz propia en la delegación de la mayor de las Antillas.
Mis objetivos son correr los tres eventos y alcanzar un buen resultado, admitió a Escáner de Prensa Latina la estelar corredora, después de finalizar una sesión de preparación en el estadio Panamericano, al este de La Habana, acompañada por su guía YuniolKindelán.
La ganadora del premio al mejor momento de la década en Juegos Paralímpicos, nacida el 26 de noviembre de 1991 en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, elogió, de manera especial, el trabajo de la avezada entrenadora Miriam Ferrer para llegar en forma óptima a la cita japonesa, a disputarse del 24 de agosto al 5 de septiembre.
Todos los entrenamientos marchan bien y tuvimos una buena preparación especial para poder conseguir los resultados esperados, agregó Durand, orgullosade representar desde la pista de atletismo a Cuba en el deporte paralímpico.
En ese sentido, la preparadora Ferrer calificó de muy satisfactoria la puesta en forma de la estrella cubana para revalidar sus tres coronas en el escenario de la capital nipona y adelantó sobre las grandes opciones de LeinierSavón; en busca de repetir sus hazañas de hace cinco años en Río de Janeiro.
Rey en 100 y 200 metros durante la edición previa, Savón intentará en Tokio defender el título en uno de ellos, el hectómetro, la única distancia convocada entre los corredores de la clase T-12, aunque también animará el salto de longitud.
El veterano discóbolo Leonardo Díaz (F56/silla de ruedas), monarca en Beijing 2008 y Londres 2012, y bronce en Río de Janeiro 2016, constituye otra de las figuras a seguiren la nómina del campo y pista de Cuba, sin descartar al saltador largoRobielYankiel Sol (T47/afectado miembro superior).
Nombres como los de Guillermo Varona (F46/afectado miembro superior) y Ulicer Aguilera (F13/débil visual) también pudieran regalar nuevas alegrías en el lanzamiento de la jabalina de sus respectivas categorías.
Completan la representación antillana del deporte rey, el saltador de longitud Ángel Jiménez (T12) y la lanzadora de disco Noraivis de las Heras (F43 afectada miembro inferior), quienes saldrán al estadio en busca de materializar el sueño olímpico.
El atletismo paralímpico de Cuba tiene muy buena salud con grandes figuras en el área de lanzadores, corredores y una joven promesa del salto en Yankiel, afirmó Ferrer, al tiempo que destacó el apoyo de las máximas autoridades del país en la inserción de las personas con discapacidadal deporte.
Con esa opinión coincidió el bicampeón olímpico de Montreal 1976 Alberto Juantorena, presidente del Comité Paralímpico en la isla.
El atletismo lo veo muy bien, con mucho optimismo y excelencia para con solo siete representantes ser muy eficientes y conquistar nuevas glorias, aseveró el exrecordista mundial de los 800 metros, quien insistió en la clase de Durand y la experiencia de Díaz.
Juantorena recordó las oportunidades que tienen los discapacitados en la sociedad cubana a través del deporte y los resultados históricos confirman el desarrollo de un movimiento paralímpico en todo el territorio nacional.
En la justa precedente, los representantes del campo y pista de la mayor de las Antillas conquistaron 10 metales, seis de oro, uno de plata y tres de bronce, un botín bien difícil de igualar o superar ahora en Tokio.
La delegación cubana rumbo a la lid nipona la conforman además en natación, el recordista paralímpico de los 100 metros libres, Lorenzo Pérez, quien buscará retener la corona en la categoría S-6, así como los judocas Gerardo Rodríguez, de los 81 kilogramos, y Yordani Fernández (más de 100 kg), el ciclista Damián López, el pimponista Yunier Fernández, los pesistas Leidy Rodríguez y Oniger Jesús Drake, y la tiradora Yenigladys Suárez.
Siete de esos paratletas cubanos participaron en la lid de Río de Janeiro 2016, cuando la isla concluyó en el lugar 18 de la tabla general por países con oncede oro, una de plata y seis de bronce.
Otro de los comprometidos con una presea en la nómina cubana es el plusmarquista paralímpico de la natación en 100 metros estilo libre Pérez, de 35 años.
Mi meta es la misma de siempre estar en el podio, aportar al medallero para que la delegación cubana finalice entre las 20 primeras y demostrar una vez más el potencial del deporte paralímpico en el país, afirmó.
Según el nadador, ganador de siete coronas en Juegos Parapanamericanos, la preparación para Tokio la realizó en un contexto muy diferente a las efectuadas en otras ocasiones por el azote de la Covid-19 y subrayó que ahora enfrentará el reto de competir en un escenario bien complejo.
Desde su debut en Barcelona 1992 figuras como Enrique Cepeda, Omar Turro Moya, Liudis Masó, Ambrosio Zaldívar, Yunidis Castillo, Ernesto Garrido e Isao Cruz ilustran el recinto de los inmortales cubanos, iniciadores de una tradición de éxitos del movimiento paralímpico nacional en el escenario mundial.
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arb/am/yma
Por Adrián Mengana Martínez, Periodista Redacción Deportes Prensa Latina
Este trabajo contó con la colaboración de la editora Amelia Roque, el periodista Yodeni Masó y la webmaster Wendy Ugarte.