Manzanillo. Febrero 18.- La solidaridad y hermandad de las naciones del mundo se ratificó en la tarde de este lunes, cuando los estudiantes extranjeros de la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley y de la sede pedagógica Blas Roca Calderío de la Universidad de Granma (UdG), se pronunciaron por la no injerencia del gobierno norteamericano en la patria de Bolívar.
Manos fuera de Venezuela fue el clamor ratificado con su puño y letra por una representación de los 37 jóvenes de varios países del mundo que se forman en la Universidad de Ciencias Médicas de Granma y de los ocho angoleños que cursan estudios superiores en la UdG.
“Nosotros somos los futuros profesionales de nuestros países, y como tal nuestra postura es de apoyo a la razón, a la paz y al derecho de libertad de los pueblos, a la solidaridad que trata que un mundo mejor sea posible, como nos enseñó nuestro querido Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz” señaló el estudiante del sexto año de Medicina, Gaoussou Goro, de la República de Mali.
“Nosotros, los estudiantes que nos formamos con la convicción de ser médicos de ciencia y conciencia repudiamos la escalada injerencista de Estados Unidos en Venezuela y toda la América. El país que cree que el poder económico y de las armas es el mayor del mundo, chocará con un muro mucho más fuerte que es el de la solidaridad de todos los pueblos”.
Su pronunciamiento, como el de los profesores, compañeros de estudios, integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), fue de respaldo a la República Bolivariana de Venezuela y su presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, contra la política de intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de los países y de falsa ayuda humanitaria.
Expusieron que las nuevas estrategias son el visible irrespeto a la declaración de las naciones de la región como zona de paz, al derecho constitucional de los venezolanos a elegir sus destinos y su presidente.
A la vez, significaron que si tan grande es el interés del gobierno norteamericano por la justicia deberían centrar sus esfuerzos en ayudar a quienes en verdad lo necesitan, como el pueblo de Palestina masacrado por la defensa de su territorio, a los africanos víctimas de la sequía, a los puertorriqueños afectados por las devastaciones del ciclón María; y no en Venezuela, donde bien saben se encuentra la mayor reserva de petróleo del mundo.
El joven angoleño del tercer año de la carrera de Logopedia, Jeovani José Dala Puingui, insistió en que “como representantes de Angola, si somos fruto de la solidaridad porque Cuba ayudó a la liberación de mi país, yo me siento como un cubano y apoyo este movimiento de solidaridad, porque la amistad entre los pueblos es esencial para el mundo”.
En la ocasión, el licenciado Marcelino Guerra Rosabal, delegado del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) en esta provincia suroriental, convocó a unirse al llamado por la paz, como un solo pueblo contra el bloqueo y la guerra en América Latina y el Caribe, como ha hecho Cuba siempre, que anda de hermana por el mundo.